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El PSdeG acusa a Feijóo de pactar con Dragados una adjudicación

El presidente asegura que concurren dos y "la probabilidad es del 50%"

En el mismo escenario donde Pachi Vázquez acusó a la Xunta hace ahora un año de encarecer en 395 millones la autovía de Carballo a Berdoias, un contrato que el Gobierno gallego decidió resolver cuando estalló la polémica, el secretario general del PSdeG volvió ayer a la carga sobre esa misma adjudicación. Desveló la existencia de una comida entre Alberto Núñez Feijóo y el presidente de Dragados que supuestamente tuvo lugar hace unos días, antes de que la constructora retirase el recurso judicial que había presentado contra la adjudicación del futuro hospital de Vigo que finalmente edificará y explotará una unión temporal de empresas liderada por Acciona y Puentes y Calzadas.

Vázquez no se quedó ahí y sugirió que como compensación a la renuncia al pleito, la Xunta planea encomendar a esa constructora la ejecución de la autovía de la Costa da Morte. Lo dijo el secretario general de los socialistas gallegos en la sesión de control al Gobierno con estas palabras: "Hace escasos días come usted con el presidente de Dragados y la empresa retira el recurso al hospital y de Vigo y ahora va a adjudicar la obra Carballo-Berdoias. Veremos cómo acaba". Desde los escaños algunos diputados socialistas corearon entonces el nombre de la constructora. En su turno de réplica el presidente eludió pronunciarse sobre la adjudiación de la polémica autovía de 42 kilómetros que unirá las localidades de Carballo y Berdoias. Sí confirmó que será adjudicada la próxima semana y anticipó que como solo concurren dos firmas -Dragados y Taboada y Ramos- el líder socialista tiene "el 50% de posibilidades de acertar".

Pachi Vázquez dice que la constructora retiró un recurso a cambio de la obra

Si finalmente la consellería de Agustín Hernández la adjudica en los próximos días, pondrá fin a un proceso repleto de sobresaltos que se inició ya en la legislatura pasada cuando el bipartito otorgó la obra a la UTE que integraban Taboada y Ramos y Ferrovial. La imposibilidad de estas firmas para lograr financiación en los bancos (el BBVA le retiró la financiación) llevó al Gobierno de Feijóo a convocar un nuevo concurso. Y el Ejecutivo del PP pretendió entonces encomendar la infraestructura a FCC e Inveravante por un presupuesto de 979 millones de euros, 395 más de lo que pensaba pagar el bipartito por esa misma carretera y 215 millones más que la oferta más ajustada.

Fue entonces, en mayo de 2010, cuando saltó la denuncia de los socialistas. A las pocas semanas, una representante de Iridium, la filial de Dragados que participó en el concurso, pidió que se abriesen las plicas y obtener información sobre la oferta de FCC.

El escándalo suscitado desbarató también esa adjudicación y también se llevó por delante a la responsable de infraestructuras del Gobierno gallego en aquel momento, Isabel Vila Barbosa, que acabó abandonando la Xunta. También entonces, al igual que sucedió en las últimas semanas con el hospital de Vigo, Iridium, filial de Dragados, acabó desistiendo del pleito que había iniciado contra la Xunta.

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Un año después, Taboada y Ramos por un lado e Iridium por el otro vuelven a encontrarse en las plicas finales de un concurso que dirimirá quien construye la azarosa autovía de la Costa da Morte.

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