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El PSdeG reprende a Bugallo por amenazar de desalojo a los acampados

El alcalde en funciones pide a los 'indignados' que ofrezcan una solución

"No se pueden solucionar estas cosas a porrazos", advirtió ayer el secretario general de los socialistas gallegos, Pachi Vázquez, al alcalde en funciones de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo. De hecho, habló con él ayer por la mañana y el todavía regidor suavizó por la tarde sus palabras sobre los acampados. Bugallo no da ya ultimátums a los participantes en la protesta y confía en que sean los propios indignados quienes ofrezcan una solución negociada "pacífica y razonable". "Yo tampoco quiero echarlos a porrazos", aseguró, aunque sin descartar el desalojo. Al alcalde en funciones le faltan apoyos para vaciar la Praza do Obradoiro dentro del partido y también en el Ministerio del Interior y la Delegación del Gobierno, pero insiste en que la situación no se puede prolongar sin fecha de finalización. "No me preocupa que sea mañana o pasado lo que no quiero es que se prorrogue de forma indefinida, que ellos den alguna salida y nosotros estaremos para facilitar las cosas", dijo. Por su parte, Vázquez aseguró que Bugallo "nunca intervendrá con elementos de fuerza contra esa gente ni convertirá esto en un elemento de tensión".

El regidor defiende que como militante tiene jefe, pero como alcalde no

Bugallo, sin embargo, no se siente desautorizado por el toque de atención de Vázquez: "Yo no dependo de Pachi Vázquez para estas decisiones. Él, como secretario general cumple su misión. Hablé con él y conozco su posición, pero yo actúo como alcalde. Como militante del Partido Socialista es mi jefe, como alcalde no", remarcó. Vázquez ya había asegurado horas antes que Bugallo estaba "intentando buscar fórmulas de diálogo", pero el alcalde en funciones despachó la pregunta con un "no lo sé". "Ya miraremos con quién hay que hablar si hay interlocución y todo eso", apuntó.

El viernes, Bugallo envió un requerimiento a la Delegación del Gobierno para pedir el desalojo del Obradoiro, pero aún no ha recibido respuesta. Fuentes de la Delegación apuntan que se trata de una decisión que tomará el Ministerio de Interior en conjunto para todas las ciudades en las que hay campamentos. Bugallo, sin embargo, tiene claro que no encontrará ahí apoyo para un desalojo: "[La Delegación del Gobierno] es claramente reacia a ese tipo de vías, ya me lo dijeron el ministro [de Interior] y el delegado, pero tampoco podemos permitir la ocupación".

Mientras, en la Praza do Obradoiro las vallas cercan las tiendas de campaña e impiden a los indignados refugiarse en los soportales del ayuntamiento cuando llueve. "Estamos acotando el espacio para evitar que este movimiento ocupe toda la plaza", explicó el alcalde en funciones, quien admitió que el campamento "no está ocasionando grandes conflictos". "Pero esta no es la imagen que queremos dar de la ciudad", apuntó. Por el momento, Bugallo está a la espera de que la solución la ofrezcan los propios acampados y asegura que van a intentar evitar hasta donde puedan el desalojo. "Pero dependerá de ellos", avisa. "No tengo pensado que esta plaza se convierta en un camping". La solución podría pasar por un cambio de ubicación como sugirió el secretario general de los socialistas gallegos, quien también apeló a establecer canales de comunicación. Los acampados recogieron el guante de Vázquez y pidieron al líder del PSdeG que envíe una propuesta a la asamblea del Obradoiro.

La postura de Vázquez con los indignados tampoco es de apoyo, ya que el movimiento "perjudicó mucho" al PSdeG en las últimas elecciones municipales y les hizo "perder alcaldías a manta" por la llamada a votar "en blanco o nulo". "Pero más que desde el rencor, desde la reflexión, hay que entender que algo está pasando", sentenció. El PP, sin embargo, defendió ayer que las plazas se vuelvan a convertir en "espacios para el uso de todos y no para el uso privativo de ninguna persona". "Por muy legítima que sea su reivindicación", afirmó el portavoz parlamentario popular, Pedro Puy, que reprobó "cualquier forma de apropiación" de los espacios públicos "con carácter permanente".

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ANXO IGLESIAS

En Vigo les ponen 'wifi'

Mientras en Santiago los acampados se preparan para un posible desalojo, sus compañeros de Vigo y Pontevedra disfrutarán de agua, luz y conexión a Internet por cortesía de los Ayuntamientos. En Vigo el campamento se trasladará desde su ubicación actual entre las calles Urzáiz y Príncipe hasta la Praza do Rei, enfrente al consistorio. Allí podrán conectarse a la red municipal de agua y luz y usar el wifi del ayuntamiento. Preguntado por la iniciativa de su compañero de partido y alcalde de Vigo, Abel Caballero, Bugallo afirmó: "Si se van para Vigo, también estoy dispuesto a proporcionárselo".

Los acampados de Santiago permanecerán al menos una semana más en la plaza al igual que los indignados de Pontevedra. En Vigo, aseguran contar con un permiso de la Subdelegación del Gobierno hasta el 25 de junio, mientras que en Ferrol se preparan para continuar hasta el 15 de junio, informa Europa Press.

Los indignados continúan con sus actividades a pesar de los posibles desalojos. En Santiago, ayer sometieron a los bancos y las cajas de ahorro a un simbólico "proceso de limpieza y desinfección". Mañana tienen programada una charla sobre banca ética y otra sobre la incidencia de los medios de comunicación en los movimientos sociales en la que participarán el escritor y periodista Manuel Rivas y los responsables del Colexio y del sindicato de periodistas.

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