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El Parlamento acusa a Cuiña de no vigilar el proyecto de la Vía do Salnés

El PP rechaza el dictamen de la investigación y dice que fue dictado por la Xunta

El presidente de la comisión, Luis Toxo, conversa con diputados del PP Roberto Castro (izquierda) y Alejandro Gómez.
El presidente de la comisión, Luis Toxo, conversa con diputados del PP Roberto Castro (izquierda) y Alejandro Gómez.ANXO IGLESIAS

La comisión parlamentaria que investigó el hundimiento de la vía del Salnés cargó ayer toda la culpa en la "anterior cúpula" de la Consellería de Política Territorial, particularmente en el ex conselleiro José Cuiña. Los comisionados cerraron su trabajo con la aprobación, con los votos de socialistas y nacionalistas, de un dictamen que considera probado que la decisión de cambiar los tubos de drenaje partió de la Xunta, entonces gobernada por Manuel Fraga.

La comisión parlamentaria que investigó el hundimiento de la vía del Salnés cargó ayer toda la culpa en la "anterior cúpula" de la Consellería de Política Territorial, particularmente en el ex conselleiro José Cuiña. Los comisionados cerraron su trabajo con la aprobación, con los votos de socialistas y nacionalistas, de un dictamen que considera probado que la decisión de cambiar los tubos de drenaje partió de la Xunta, entonces gobernada por Manuel Fraga. Como era de esperar, el PP votó en contra.

El dictamen cita la comparecencia del propio Cuiña para apuntalar sus conclusiones, cuando afirmó: "Asumo toda la responsabilidad política que me corresponda y la que esta comisión decida". El texto aprobado pone en tela de juicio las labores de conservación "de las carreteras gallegas" y denuncia el "absoluto abandono del deber de custodia sobre la documentación relativa" a las obras del Salnés. "Los anteriores responsables de Política Territorial no fueron capaces de aclarar a quién correspondía el deber de custodia", añade el dictamen.

El hundimiento del vial a los 13 años de su inauguración se debió a la sustitución de las tuberías previstas por tubos de acero ondulado, con el fin de agilizar unas obras que se inauguraron cuatro meses antes de las elecciones autonómicas de 1993. Esos tubos no eran los adecuados para una vía de las características de la del Salnés, por lo que "no se debía haber adoptado" esa decisión.

El socialista Abel Losada precisó que Cuiña reconoció que dio instrucciones de agilizar la obra, por lo que la única incógnita es la de quién partió la orden de sustituir los tubos sin estudios previos. La utilización de las tuberías de acero, cuya corrosión provocó el hundimiento de la calzada, fue motivo de sospecha para el comisionado socialista, que se preguntó dónde fue a parar la diferencia económica.

El diputado del PP Alejandro Gómez, mientras, dedicó su intervención a defender la enmienda al dictamen presentada por su grupo, rechazada por socialistas y nacionalistas, y que se convertirá en un voto particular cuando el dictamen vaya a pleno, la semana próxima. Gómez acusó a Política Territorial de "dictar" a los ponentes de la comisión parlamentaria el contenido del dictamen y defendió la actuación de Cuiña: "No se produjo ninguna anomalía en la tramitación de esa obra", se defendió el diputado popular. Losada y la nacionalista Carme da Silva tacharon de "graves" las acusaciones del PP sobre la "manipulación" del dictamen.

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