El Plan Hidrológico del Miño-Sil limita las concesiones hidroeléctricas

La gestión pública del agua cambiará en Galicia en apenas seis meses y traerá consigo la limitación en la concesión de centrales hidroeléctricas. El borrador del Real Decreto elaborado por la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil sienta las bases para que la explotación de los cauces de los ríos se adapte a la "nueva sensibilidad ecológica" y a la previsión del cambio climático. A partir de ahora habrá menos concesiones de centrales hidroeléctricas y las que se aprueben deberán mantener un caudal ecológico que en este momento no es necesario exigir por ley a las más antiguas (la mayoría de las grandes centrales).

El presidente de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, Francisco Fernández Liñares, avanzó ayer las líneas generales del Plan Hidrológico que, hasta 2015, regirá la gestión administrativa del agua en los cauces de los ríos de esta cuenca. El Real Decreto sustituirá al vigente hasta ahora, de 1998, y traerá consigo una restricción en la concesión de las centrales que abarrotan ya los ríos gallegos.

La gestión pública del agua cambiará en Galicia en apenas seis meses

De la alegre práctica de la concesión de hidroeléctricas por la Administración pública da cuenta el hecho de que el Ministerio de Medio Ambiente reconoce que carece de un listado con el número de las centrales existentes. No sabe cuántas hay.

El organismo de cuenca tiene en este momento sobre la mesa cerca de un centenar de peticiones de instalación de otras tantas centrales en los sobreexplotados ríos. Pero, aplicando la nueva Ley -que debe cumplir la Directiva Marco del Agua de la UE, aprobada en 2000 en el Parlamento- se concederán apenas media docena, según sostiene Fernández Liñares.

Las nuevas concesiones tendrán que cumplir más severas condiciones -las empresas encontrarán menos rentabilidad económica- mientras que seguirá siendo difícil para el Estado poner coto a la explotación del agua que realizan las antiguas, en su mayoría instaladas durante la dictadura franquista y con concesiones que las blindan. "Tienen derechos de uso y a grandes indemnizaciones" en el caso de que se restringiera su explotación, reconoce el presidente del organismo de cuenca.

El Plan Hidrológico del Miño-Sil (incluye estos dos ríos y el Limia) supondrá una "nueva concepción, sostenible, de la gestión del agua" con vistas a alcanzar, en 2015, un "mejor estado ecológico y químico de las aguas". Las nuevas solicitudes de aprovechamiento eléctrico de los ríos deberán incorporar un estudio detallando la cantidad de agua que pretenden aprovechar "sin causar prejuicio al medio hídrico" y respetando el caudal. El borrador del Real Decreto establece, por otra parte, que los proyectos de mejora de las instalaciones ya existentes "deben ajustarse" a la normativa vigente en materia de seguridad de presas y embalses.

Junto a ello se incluye un programa de medidas en el que se priorizarán las actuaciones que se realicen "sobre masas de agua que tengan un estado potencial peor que bueno" con el objetivo de conseguir los objetivos ambientales propuestos. Además, se contempla la "protección y mejora de la calidad del medio acuático" en los ríos incluidos en esta cuenca. El Real Decreto señala, sin embargo, que se abrirá expediente de caducidad de oficio a los aprovechamientos hidroeléctricos que lleven tres años interrumpidos.