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Tribuna:TRIBUNA
Tribuna
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Política educativa de medias verdades

Cuando manejamos y exponemos datos sobre la política de los recortes sociales, a menudo los defensores de estos servicios públicos nos autocensuramos porque tememos desprestigiar ante los ciudadanos la calidad, por ejemplo, de la escuela pública. Por lo tanto, siempre queremos dejar claro ante los usuarios que disfrutamos de un servicio de calidad, pese a todas las trabas y rebajas presupuestarias que el Gobierno de Feijóo se ha encargado de perpetrar en los últimos años, con la fatal disculpa del déficit.

Podríamos hacer un repertorio cronológico o temático del memorial de agravios, pero todos tienen un par de lugares comunes: el de incrementar el gasto suntuario, propagandístico y resultón y el de reducir las inversiones en infraestructuras y personal. Es decir, para el conselleiro Vázquez su negociado no es más que una herramienta ad maiorem gloriam suam -recordando la vieja sentencia de los jesuitas- y de su presidente. Sigue sin salirse de la pauta, como en las libretas de caligrafía, de la hoja de ruta neoliberal según la cual la presunta calidad del servicio se mide por la cantidad de veces que los responsables del servicio salen en sus medios de comunicación acariciando a escolares y agachándose para probar el filete de caballa del menú del colegio.

El conselleiro sigue la hoja de ruta neoliberal. Por eso tiene enfrente a los que defendemos lo público

Mientras tanto se sigue promoviendo y difundiendo la idea de que el profesorado es un colectivo privilegiado que trabaja poco y cobra mucho; es la política desleal del gobernante con su empleado al que recorta salarios y pone trabas para el mejor desempeño de su labor; es la política de las medias verdades con el electorado que solo lee titulares; es la política de esos a los que se les llena la boca hablando de libertad, cuando la única libertad que defienden es la de la privatización para que hagan su agosto sus amigos de siempre.

Nos tienen enfrente y vamos a seguir estando de este lado, del que se defiende la escuela pública de calidad, en la que hace falta que el profesorado sea respetado, en la que se reivindique su profesionalidad, en la que se respete y fomente su formación continua, en la que se considere a los alumnos como el primer objetivo y se faciliten los medios para que crezca física e intelectualmente como un ciudadano con derechos, con espíritu crítico y formado en valores democráticos, en la que no se le considere como un objeto manejable del que tiene que salir un producto rentable para el sistema productivo.

Por estas y otras muchas razones que seguramente están en la mente de muchos lectores y lectoras, nos venimos oponiendo a sus medidas. Pero no porque sean suyas, no tenemos prejuicios. Nos oponemos porque es nuestra responsabilidad como docentes, pero también como ciudadanos y ciudadanas que no ven con buenos ojos que se despilfarre el dinero público de los impuestos mientras se regatea a una escuela un puesto de trabajo de profesor de apoyo para el alumnado con necesidades especiales. Porque se deja sin amparo la educación compensatoria en todas sus facetas; porque consideran que la educación infantil es un almacén; porque consideran que el comedor escolar es un artículo de lujo y no un lugar donde se educa; porque para ellos la formación profesional no es un derecho de los alumnos, sino el lugar en el que se cualifica mano de obra cuando al empresario le sale caro... Podríamos seguir poniendo más ejemplos, pero sería reiterar innecesariamente.

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Este principio de curso va a ser más conflictivo que de costumbre. Sus políticas están provocando la indignación en todos los lugares del mapa y nuestras iniciativas movilizadoras cuentan con el apoyo y comprensión de los ciudadanos, destinatarios del servicio.

Desde esta tribuna le hacemos un llamamiento a la cordura, a que no siga usando la demagogia como arma electoral, que lo que está en juego es algo más que unas elecciones. Pese a todo, nuestra mano sigue tendida, como siempre, para retomar los cauces de diálogo, que siempre dieron buenos frutos, fuere cual fuere el color político del gobernante. Y la historia es reciente.

Machús Fernández es secretaria general de la Federación de Ensino de CC OO de Galicia.

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