_
_
_
_
_

Prisión para los conductores que provocaron dos muertos en Vigo

La juez imputa a los dos jóvenes por homicidio, conducción temeraria y lesiones

Samuel Fiuza, Coletas, de 20 años, y Jorge Luis Sosa Mejuto, Makelele, de 21, ingresaron ayer en prisión provisional como presuntos autores, cada uno de ellos, de dos delitos de homicidio, uno de conducción temeraria y otro de lesiones, en relación con el accidente de tráfico en el que perdió la vida el matrimonio formado por Dolores Iglesias y Manuel García, ocurrido en la calle Jenaro de la Fuente de Vigo poco después de la medianoche del viernes al sábado. La pena máxima que podría imponérseles a los imputados por la concurrencia de los cuatro delitos sería de cinco años de prisión, según informó ayer el fiscal Carlos Gil, que fue quien pidió la prisión provisional de los acusados.

El auto recuerda que Sosa huyó del lugar del accidente para esconderse

Fiuza y Sosa, ambos con domicilio en O Calvario, barrio donde ocurrió el accidente, permanecieron toda la jornada de ayer en las dependencias judiciales. Por la mañana, prestando declaración ante la juez que instruye el caso, Marisol López Martínez, quien decretó su prisión provisional a última hora de la tarde, después de escuchar a diversos testigos.

La versión del accidente cobró ayer una nueva dimensión en base a los datos facilitados por los letrados de los encausados. No obstante, el auto judicial de prisión introduce una primera versión objetiva.

La juez estima que hubo un pique entre los dos imputados, contra lo que éstos señalaron. Tampoco, según la versión de éstos, en ningún momento habían llegado a circular en paralelo ni a verse las caras desde los asientos de sus automóviles. La juez afirma que se pusieron en paralelo durante unos segundos, y uno de los testigos, que viajaba con Coletas en el BMW, afirma que Makelele "se quedó mirando" en los momentos que circularon en paralelo.

No se ha aclarado qué suscita la maniobra que provoca el choque de ambos vehículos y el desplazamiento del BMW. Los dos imputados declararon no recordar que hubiera ningún coche estacionado en doble fila, lo que, según las primeras versiones, había forzado la maniobra. La versión de los imputados difiere en señalar el carril por el que circulaba cada uno de ellos, dato que será una de las claves que determine su grado de inculpación en el siniestro.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La juez decidió encarcelarlos ayer "por la gravedad de los hechos" y por considerar su actuación como "conducta dolosa, pues los imputados deberían haber previsto las consecuencias de su irregular conducción". Makelele defendió, sin embargo, haber mantenido una actitud absolutamente correcta en el desarrollo de los hechos, que incluía su parada en un semáforo.

Coletas, por su parte, declaró que el Audi de Makelele no ocupaba el carril izquierdo, sino el

central, ya que era él con el BMW quien circulaba por el izquierdo y fue una maniobra imprevista del otro coche, desplazándose a este carril, lo que le obligó, primero, a chocar contra el Audi (en la parte posterior y no a la altura de las ruedas delanteras) y subsiguientemente a invadir el carril por el que circulaba el Citroën y estrellarse contra él.

Estos extremos serán fácilmente comprobables por los peritos a medida que avance la instrucción del caso, pero ayer eran la principal incógnita a despejar para atribuir las responsabilidades del accidente. Otra de las incógnitas, la velocidad a que circulaban, fue despejada por el atestado de la Policía Local, que la señala entre 70 y 80 kilómetros por hora.

En el auto de prisión se recoge que el Audi realizó un giro a la izquierda, aunque no se aclaran los motivos de esta maniobra, y chocó contra el BMW, obligando a éste a invadir el carril contrario y provocando la colisión contra el Citroën AX que circulaba en sentido contrario.La juez que decretó ayer la prisión provisional de los dos imputados "por la gravedad de los hechos", considera la actuación de ambos como "conducta dolosa".Ayer tomó declaración a tres testigos del accidente, que corroboraron la exposición de los hechos realizada por los imputados. Uno de ellos, un joven que viajaba de acompañante en el BMW, confirmó que este vehículo y el Audi se pusieron a la par, y que el conductor del Audi "se quedó mirando".

De estos testimonios, así como del atestado de la Policía Local, la juez infiere la posibilidad de que hubiera un "pique entre ambos conductores". Destaca, por otra parte, que la conducta de Jorge Luis Sosa no es "verosímil", porque después de chocar contra el BMW y de ver cómo éste "colisiona brutalmente" con el Citroën AX, abandona el lugar y aparca su Audi en un lugar "recóndito y escondido", lo que, según la juez, es una actitud "incongruente con la actuación de cualquier implicado en accidente de circulación". Makelele también negó ser el propietario del Audi e incluso refirió a la Policía Local, que no le hizo la prueba de alcoholemia, que había sido simplemente testigo. Fiuza dio negativo en la prueba de alcoholemia.

Ambos, Samuel Fiuza y Jorge Luis Sosa, de 20 y 21 años de edad respectivamente, se conocen, al menos de vista, por vivir en el mismo barrio de O Calvario donde ocurrió el siniestro. Fiuza trabaja como informático, aunque siente una gran pasión por los automóviles. También Jorge Luis Sosa, repartidor de pizzas, siente esa pasión por la velocidad. Compró su Audi en el mercado de segunda mano, en Lugo, hace unos dos años, y aún lo está pagando, según su abogado. El alias de Makelele se lo pusieron los amigos del barrio por el color de su piel, ya que es mestizo, nacido en Nueva Jersey, "pero vigués a todos los efectos". Un nutrido grupo de esos amigos permaneció en el juzgado como una guardia pretoriana, confiando en que sería puesto en libertad.

Estado en que quedaron los coches tras el accidente de la madrugada del pasado sábado.
Estado en que quedaron los coches tras el accidente de la madrugada del pasado sábado.EFE

El Ayuntamiento estudia personarse

El Ayuntamiento de Vigo estudia personarse como acusación particular en el proceso judicial abierto a raíz del accidente de tráfico provocado por el pique de dos jóvenes conductores en la calle Jenaro de la Fuente, en el que murió un matrimonio que viajaba en un tercer turismo.Así lo confirmó en rueda de prensa el alcalde, Abel Caballero, quien explicó que los servicios jurídicos municipales estudian la forma de actuar "en defensa de los ciudadanos y dentro de lo que permita el ordenamiento jurídico". El regidor subrayó, según informa Europa Press, que el objetivo de esta actuación es mostrar "tolerancia cero" con estos "comportamientos irresponsables e intolerables", y afirmó que la actuación municipal dependerá de lo que determine el juzgado.Caballero también anunció la puesta en marcha de medidas de seguridad vial encaminadas a "evitar que se vuelva a producir algo ni siquiera parecido a lo que ocurrió", y adelantó que, en un plazo de dos semanas, se habrá terminado un estudio sobre la posibilidad de cambiar la regulación de los semáforos a ciertas horas -especialmente de noche- para evitar que los coches alcancen altas velocidades en determinadas vías.El gobierno de Vigo prevé elaborar un plan de actuación para construir badenes y resaltar los pasos de cebra, una medida que ya estaba estudiada pero que podría ampliarse a más zonas. De hecho, según explicó Caballero, "ya se han detectado las calles con mayor número de accidentes, en las que puede haber riesgo de que haya más velocidad y que pueda haber carreras". El regidor avanzó que se reforzará la vigilancia policial en las zonas especialmente conflictivas donde "los radares detectan continuamente infracciones".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_