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Pugnas políticas impiden usar el viejo hospital de Lugo

El pasado 26 de febrero el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, inauguraba oficialmente el Hospital Universitario Lucus Augusti. La apertura de una de las instalaciones sanitarias "punteras en Europa", según el presidente, provocó el cierre del viejo Hospital Xeral a finales de enero, y con él, el consecuente aletargamiento del barrio de A Residencia, en el que está enclavada la antigua infraestructura. Ocho meses después, y en medio de protestas vecinales que reclaman la revitalización de la zona y rifirrafes políticos acerca de la propiedad de los terrenos del centro hospitalario, nada se sabe de los futuros usos que la Xunta dará a la instalación.

Los vecinos de A Residencia, ante la pasividad de las instituciones, han decidido salir a la calle, la última vez ayer. Piden que los políticos hagan algo para revivir un barrio que "se ha muerto" y tornado "inseguro", según la presidenta de la asociación de comerciantes, Cecilia Vázquez. Desde esta organización temen que la zona se convierta en "un gueto", ante la progresiva integración de vecinos problemáticos. Vázquez insta a los políticos a cumplir lo prometido, que no es otra cosa que la instalación de "un Punto de Atención Continuada (PAC), un Laboratorio de Salud Pública y unas consultas psiquiátricas".

Batalla mediática

Mientras, Xunta y Ayuntamiento de Lugo están enfrascados en batallas mediáticas sobre la titularidad del terreno en el que se asienta el viejo hospital. El Gobierno gallego comunicó días atrás que habían enviado el 14 de septiembre una carta al ministro de Política Territorial, Manuel Chávez, para iniciar los trámites con el fin de hacerse con la titularidad de los terrenos. Sin embargo, el alcalde, Xosé López Orozco, pide a la Xunta que "deje de engañar", porque "sabe perfectamente" que la Tesorería General de la Seguridad Social le ha cedido los terrenos "para usos sanitarios sin límites temporales".

Los vecinos se sienten engañados. Cecilia Vázquez acusó ayer al presidente provincial del PP, José Manuel Barreiro, y al portavoz popular en el Ayuntamiento, Jaime Castiñeira, de "mentir una vez más" al afirmar que "se han reunido con los vecinos", cuando lo hacen "con los afiliados del PP". Y emplazó al regidor socialista a sumarse a las protestas, ya que, afirma, Orozco fue quien los "instó a salir a la calle".

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