Quintana descalifica al PSOE por no enseñar el himno a los niños de 3 años

El líder del BNG arremete contra la "debilidad intelectual de la izquierda española"

Ourense - 27 ago 2007 - 00:00CEST

Fue una fiesta con himno al fondo y también en las sillas de tijera del aforo, en las que la organización había depositado cuartillas con la letra completa de Eduardo Pondal. Los 25 años de creación del BNG se celebraron ayer en Allariz, el feudo del vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, a vueltas con el símbolo patrio. Y Quintana se empleó tan a fondo en su defensa que achacó a la "debilidad intelectual de la izquierda española" la decisión de la Consellería de Educación, en manos de los socialistas, de prohibir la enseñanza del himno en las guarderías infantiles.

El hueco que dejó la tormenta en el bosque que el escultor vasco Agustín Ibarrola diseñó en O Rexo lo aprovechó el BNG para montar la carpa de su fiesta nacional. Cerca de 500 personas, encabezadas por los cargos institucionales y orgánicos de la provincia y los conselleiros nacionalistas -asisitieron todos menos la titular de Cultura, Ánxela Bugallo- se congregaron para celebrar el cuarto de siglo de la organización. Aunque el BNG había anunciado durante toda la semana que la intervención de su líder se centraría en los presupuestos, Anxo Quintana no pasó por alto la polémica suscitada por la intención de su departamento de enseñar el himno gallego en las galescolas a los niños de hasta tres años.

Primero acusó al PP de "amenazar todos los días con el miedo de la ruptura de España". "Quieren la involución", dijo, "si puede ser a la época de Franco, mejor". Y después al PSOE por la decisión de la Consellería de Educación de prohibir la enseñanza del himno en las guarderías, lo que, a juicio de Quintana, supone crear un "esperpéntico problema"."Para el PP el himno es como un eructo", dijo en alusión a las palabras del líder de los populares gallegos, Alberto Núñez Feijóo, quien el viernes advirtió de que a los niños de tres meses "hay que enseñarles a eructar" y no el himno de Galicia. El portavoz nacional arremetió contra el "coro mediático que le da la razón" a Feijóo y contra el PSOE "que sale por el mismo rego diciendo que hay que prohibirlo", en referencia a la reacción del departamento que dirige la socialista Laura Sánchez Piñón, que sólo contempla la enseñanza de los símbolos de Galicia a partir de seis años.

Quintana vinculó esta actitud de los socialistas con la "debilidad intelectual de la izquierda española, que siempre está dispuesta a seguirle el juego a la derecha más rancia". Y recurrió al símil con Cataluña: "Todo esto en Galicia, porque en Cataluña no se atreven con Els segadors; aquí el himno es considerado pornografía, como un videojuego violento o como un eructo". insistió.

Dicho lo cual, el vicepresidente ilustró a la concurrencia con un episodio de su infancia en el que narró cómo a la edad de cinco años descubrió el himno gallego en medio de los cánticos menos solemnes de la Nochebuena familiar. Quintana saboreó entonces "esos versos preciosos" que sus familiares entonaron "cambiando el tono, con un respeto profundo" allá por el franquismo. Así concluyó su relato, en medio de la ovación, proclamando: "¡Lo que no consiguió Franco no lo conseguirá nadie en este país!"

Con las elecciones generales a la vista y el debate presupuestario a la vuelta de la esquina, Quintana también arengó a los asistentes sobre la "necesidad de educar a Madrid en el respeto por Galicia". "Galicia no puede seguir siendo en política de Estado como el agua: incolora, inodora e insípida; un cero a la izquierda", explicó el vicepresidente de la Xunta. "Creen que Galicia les puede salir gratis"."¡No vamos a vender el país!", clamó Quintana exponiendo las condiciones para el voto favorable al Gobierno de Zapatero. "Se acabaron las palabras y las promesas", señaló, "y no es cierto lo que dijo Zapatero estos días de que está todo bien, Galicia acumula retrasos".

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El BNG condiciona su apoyo a los presupuestos del Gobierno a que se destine "al menos un 8% de la inversión total del territorio español". un compromiso adquirido el sábado en A Fonsagrada por el presidente del Gobierno. Tal vez por eso, Quintana fue suave con la gestión del Ejecutivo. "No estamos muy contentos con los presupuestos, pero los del PP no había por donde cogerlos; se dieron tímidos pasos y sería injusto y absurdo no reconocerlo", explicó animando a los fieles, a "un nuevo esfuerzo por aumentar la presencia nacionalista en Madrid y alcanzar ·un papel determinante para que, gobierne quien gobierne, tengan que contar con nosotros".

"Sin luz toda la vida"

"¡Los gallegos llevamos sin luz toda la vida!", clamó el dirigente del BNG para hacer un paralelismo con la respuesta del Estado a los apagones en Cataluña. Por cosas como éstas, Quintana impone como primer deber para el curso que comienza el alcanzar mayor peso de su organización en Madrid.

Pero no todo fueron reproches. El líder del BNG abrió el nuevo curso político, el de las elecciones generales, con un recuento positivo de los logros de sus dos años en la Xunta. Ante la presencia de tres de sus conselleiros, destacó como objetivos cumplidos el "banco de tierras para ocupar las superficies ociosas y valorizar el medio rural" y su empeño en la producción eólica. "Que el viento de Galicia beneficie a los gallegos", ilustró. Junto a estas medidas, el portavoz del BNG alabó la nueva Ley de Comercio, las políticas de igualdad y bienestar y el nuevo plan de vivienda protegida "por primera vez pensado para la gente". Para el BNG es decisivo ahora que Galicia deje de ser como agua para chocolate en el Estado.