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Quintana pide un nuevo Estatuto ante el "portazo" del Gobierno con el AVE

"Con la balanza fiscal en la mano, Galicia puede gestionarse por sí misma", dice

El vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, aprovechó ayer la invitación del Club Financiero de Vigo para proponer que "el 2009 sea el año del nuevo Estatuto para Galicia", figura que propicie, además, "un nuevo marco legal que nos permita desarrollar nuestras capacidades".

El líder nacionalista responde así al "portazo" del Gobierno ante su negativa a crear una subcomisión de las obras del Tren de Alta Velocidad que, a su juicio, demuestra no sólo "una falta de compromiso con Galicia", sino también que el escenario legislativo actual "está agotado". El número dos del bipartito gallego aseguró que "cuando se vulnera la legalidad para decir que no, lo que hace falta es escribir, entre todos y con consenso, otras normas que sí estemos dispuestos a cumplir".

"Lo que no puede ser es que cuando Galicia reclama unánimemente negociar con el Estado para asegurarnos que los compromisos del AVE se cumplan" éste responda "con un no", señaló. Un "portazo" que no va dirigido "al vicepresidente ni al BNG", sentenció, sino "al conjunto de la sociedad gallega". El portavoz nacional del BNG escogió el día de ayer para dejar caer la idea al coincidir con la publicación, por parte del Gobierno central, de las balanzas fiscales (que plasman los ingresos e inversiones de cada comunidad autónoma con respecto al Estado). Amparado por esos datos advirtió, tras reclamar "transparencia y claridad" en las cuentas, que el Ejecutivo de Zapatero intentará "trasladar la idea de que Galicia es un país pobre que tiene que vivir de la caridad del Estado".

No obstante, Quintana recordó que en 2006 los impuestos de los gallegos supusieron para las arcas españolas "más de 11.000 millones de euros", mientras que las transferencias e inversiones de ese periodo "superaron con poco los 7.000 millones". "Lo que no puede ser", dijo, "es que nos imputen los gastos generales de los ministerios en Madrid o el gasto del nuevo aeropuerto en Barajas". Quintana se mostró convencido de que, "con los datos reales en la mano, Galicia puede gestionar el futuro por sí misma". Ejemplo de esa gestión son, para el vicepresidente, las medidas puestas en marcha por el Ejecutivo gallego ante una crisis económica "que no elude, si bien tampoco cae en el catastrofismo".

Preguntado por la situación de Martinsa-Fadesa, que solicitó ayer ante el juzgado la suspensión de pagos, el líder del BNG afirmó: "Espero que al menos sirva para una cosa: rehabilitar la palabra crisis en los diccionarios de la Real Academia Española y de la Galega". Además, recordó que no hace tanto "se daba por hecho que Martinsa-Fadesa iba a eliminar la mayor parte de los puestos de trabajo en Galicia para llevarlos para Madrid, por lo tanto, las implicaciones que pueda tener la actual situación están reducidas".

Tras las últimas declaraciones del conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, sobre la imposición de un canon eólico, el líder nacionalista negó que pretenda obstaculizar el decreto. Hizo un llamamiento a la responsabilidad: "De todo el mundo, agentes sociales y medios de comunicación porque estamos intentando cambiar la historia". Así, señaló que "no se trata de poner unos cuantos molinillos más o menos, sino de que por primera vez en este país la producción energética de Galicia redunde en beneficio de la sociedad".

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"Lo que pretendimos con el nuevo decreto eólico era crear un escenario de colaboración entre la administración y el sector empresarial gallego, de forma que la explotación energética sirva para la puesta en marcha de otros entramados empresariales que generen riqueza, empleo y que hagan país", concluyó.

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