Recetas para el nuevo viajero

En pleno debate sobre los problemas de saturación de turistas que se viven en la catedral de Santiago y sus alrededores durante los meses de verano, un informe presentado ayer y elaborado dentro del proyecto europeo Coesima pone al descubierto el perfil de los peregrinos que llegan a Santiago, así como las debilidades y oportunidades que presenta la oferta turística de la ciudad. Según la encuesta realizada a 400 personas en distintas capitales europeas y en Santiago, un 60% de los europeos han oído hablar de esta ciudad y un 10% la ha visitado. Los franceses, italianos y alemanes son los que más conocen sobre Santiago. La mayoría de los visitantes organizó el viaje por su propia cuenta y lo que más recuerda es la catedral y el centro histórico.

El 60% de los europeos ha oído hablar de Santiago y el 10% ya la visitó

Los turistas se quejan del ruido que soportan dentro de la catedral

Laura Sánchez, una de las autoras del informe, explica que las dificultades que encuentran los turistas extranjeros para obtener información en su idioma es una de las quejas más frecuentes entre los peregrinos que llegan a Santiago, aunque también les preocupan asuntos como el cierre de algunos museos durante las primeras horas de la tarde, el estado de conservación de algunos monumentos o el ruido existente en su interior, especialmente en la catedral.

El estudio, elaborado por la consultora belga Ramboll, es contundente al señalar que Santiago sufre problemas de "falta de visibilidad publicitaria", tanto en España como en el extranjero, e inexistencia de una oferta turística adaptada y dirigida al peregrino. Además, advierte sobre el riesgo de "turistificación" de la ciudad al extenderse la idea de que el Camino de Santiago es una forma barata de hacer turismo.

Otras recomendaciones del informe apuntan a la necesidad de atraer al peregrino como turista cultural y tratar de ofrecerle más alternativas para que pueda decidirse a prolongar su estancia. Curiosamente se señala que Santiago no está posicionada hoy en día como destino de turismo espiritual aunque "tiene mucho que ofrecer" por elementos como la naturaleza, costumbres, tradición o gastronomía.

El perfil del turista que acude a Santiago es el de un europeo que llega por primera vez a la ciudad, organiza él mismo el viaje por recomendación de alguien y accede a la ciudad por vía aérea. La duración de la estancia oscila entre uno y dos días y el alojamiento elegido es un hotel u hostal. Entre los datos del informe sobresale el alto nivel de satisfacción de los visitantes, ya que un 97% considera a Santiago como una ciudad atractiva y la recomendarían, y un 86% estudia la posibilidad de repetir la visita. Los aspectos mejor valorados por los visitantes son la hospitalidad, la seguridad, la movilidad peatonal, la tranquilidad y la gastronomía. Los elementos con los que los turistas se muestran menos satisfechos son la señalización turística y las oficinas de información.

Pese a las lagunas que el informe detecta en la promoción turística de la ciudad, también se hace eco de las posibilidades que presenta Santiago para diversificar su oferta y presentarse como un destino que pueda ofrecer paquetes que combinen el turismo cultural con el de naturaleza, termal o de golf, ya que existen paisajes e instalaciones adecuadas para estas actividades en las proximidades de la ciudad. Incluso se advierte que el importante número de estudiantes extranjeros que llegan a Santiago la convierte en un posible destino de turismo idiomático. En cuanto al turismo de congresos, también existen posibilidades de aumentar su importancia ya que en Europa hay tendencia a abandonar la elección de grandes ciudades para este fin y Santiago presenta una oferta hotelera "variada y de calidad" y una adecuada relación calidad-precio.

El informe presentado ayer se enmarca dentro del proyecto Coesima, del que forma parte una red de siete grandes ciudades europeas que tienen en común ser centro de recepción de importantes peregrinaciones. Además de Santiago forman parte de esta red Lourdes (Francia), Fátima (Portugal), Loreto (Italia), Patmos (Grecia), Altötting (Alemania) y Czestochowa (Polonia). La Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta participa a través del Museo de las Peregrinaciones de Santiago.