_
_
_
_
_
El nuevo sistema gasístico

Reganosa arranca con un duro golpe a su rentabilidad

El Gobierno cambia las tarifas de regasificación y resta negocio a la planta, que recibirá su primer buque metanero en febrero

El primer buque metanero cargado con 125.000 toneladas de gas natural licuado entrará en la Ría de Ferrol en el mes de febrero. Este primer suministro constituirá el arranque del nuevo sistema gasístico gallego, diez años después de su concepción y seis desde que se iniciaron las obras de la planta de Reganosa y su red de gasoductos.

Sin embargo, el proyecto industrial arranca rodeado de incertidumbres. El último Consejo de Ministros de 2006 (29 de diciembre) cambió las tarifas para las regasificadoras, haciéndolas menos rentables; y ni el Gobierno ni Enagás han aceptado aún construir nuevos gasoductos en Galicia, que permitan enchufar más gas procedente de Reganosa.El resultado es que, tras invertir 416 millones de euros en la planta de regasificación de Mugardos, justo cuando va a entrar en funcionamiento su rentabilidad ha caído del 10% al 7%.

"Galicia necesita más gasoductos con urgencia, lo dicen los clientes de Reganosa"
Arca: "Entrarán 50 barcos al año, pero podemos duplicar gas sin nuevos depósitos"
Más información
Endesa y Fenosa jubilan el lignito pardo y encienden el gas

Reganosa estaba estudiada para estar amortizada a partir del año 2032. Ahora el plazo para que los accionistas recuperen la inversión se alargará entre 7 y 10 años más. Eso es mucho dinero para una planta industrial que aspira a facturar entre 50 y 60 millones de euros al año. Si los cálculos de las operadoras de gas son exactos, su rentabilidad se recortará en un 30% con el nuevo sistema tarifario aprobado por el Gobierno.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La segunda incertidumbre procede de su interconexión a la red española de gas. Galicia necesita que el Gobierno apruebe, y que Enagás construya, dos grandes gasoductos: la duplicación del actual Tui-Ribadeo; y la conexión Santiago-Ponferrada. Ninguna de estas obras está aprobada y se desconoce si serán incluidas en la planificación 2007-2016. Cuantas más tuberías, más gas puede vender Reganosa a todo tipo de clientes.

La tercera debilidad es que Enagás, máximo competidor de Reganosa, proyecta construir una regasificadora idéntica en Gijón, para competir con la planta gallega y disputarle su mercado de clientes.

El 48% del capital de Reganosa es gallego: Grupo Tojeiro (18%), Xunta (10%), Caixa Galicia (10%), Caixanova (5%) y Banco Pastor (5%). Pero quienes realmente gestionan la empresa son los accionistas eléctricos: Endesa (21%), Fenosa (21%) y la empresa estatal argelina Sonatrach (10%).

En la capacidad de presión de la Xunta (Consellería de Industria) está ahora velar no sólo por la rentabilidad de un negocio energético, sino por la garantía de una mayor competencia en la distribución de gas en Galicia. Ahora, el 98% del negocio está en manos de las catalanas Gas Natural y Enagás.

El nuevo sistema gasístico gallego se basa en un puerto regasificador de entrada de barcos con gas licuado (Reganosa) y en una red de gasoductos de 137 kilómetros que conducen el gas hacia las nuevas centrales térmicas de gas natural que Fenosa y Endesa construyen en Sabón y As Pontes, respectivamente. Con los dos nuevos gasoductos pretendidos, Reganosa podría además enviar gas con mayor facilidad a otros clientes industriales de Galicia y resto de España.

"Somos una nueva puerta de entrada. El gas se factura a precio postal: no se paga más caro ni se abona más peaje porque el punto de consumo esté más cerca o más lejos", explica Ramiro Arca, director financiero de Reganosa.

"Nosotros calculamos que, a partir del próximo mes de febrero recibiremos entre 40 y 50 buques metaneros anuales. Pero esa cantidad de gas licuado [6,5 millones de metros cúbicos] podría duplicarse sin aumentar nuestros depósitos de gas. ¿Cómo? Duplicando nuestra capacidad de regasificación y eso es una pequeña obra de muy bajo coste", señala el responsable económico de la compañía gallega. El director técnico de Reganosa, Manuel Alonso, insiste en que "está claro, y nuestros clientes nos lo dicen, que es necesario reforzar todas las redes de gas del oeste de España y Galicia es el caso más urgente".

El funcionamiento de Reganosa es como el de cualquier otra planta regasificadora. Recibe gas licuado en los contenedores del buque a una temperatura de 163 grados centígrados bajo cero; lo almacena en dos depósitos con capacidad de 300.000 metros cúbicos de gas líquido, que operan como termos. Para su venta, el gas se calienta previamente, transformándose de líquido a gaseoso, multiplicando por 600 su volumen.

Si todo transcurre según las previsiones, Reganosa recibirá entre uno y dos buques metaneros al mes. Si duplica su capacidad de regasificación, puede doblar esa cadencia. "Nuestro interés es que nuestros clientes puedan vender su gas. Reganosa es una almacenista: si no hay caminos para sacar el gas, los barcos no descargarán aquí", explica Manuel Alonso.

Reganosa tiene contratado el 80% de la capacidad de su planta para los próximos 25 años. El 40% de los contratos son para sus propios accionistas, que explotarán las nuevas centrales térmicas de gas en Galicia.

Vista de la planta de regasificación de Reganosa en Mugardos, frente a Ferrol, que será inaugurada en dos meses.
Vista de la planta de regasificación de Reganosa en Mugardos, frente a Ferrol, que será inaugurada en dos meses.GABRIEL TIZÓN

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_