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Revuelta en Celanova contra la privatización del monasterio

El alcalde del PP quiere desalojar el instituto de bachillerato y montar un hotel

La gran obra de San Rosendo, el monje, obispo y gobernador que pasó a la historia como el Pacificador de Galicia, estará gestionada por una empresa privada. El alcalde de Celanova (6.000 habitantes), el popular Antonio Mouriño, ha celebrado el fin del bipartito desempolvando su viejo proyecto de convertir en hotel de lujo el monasterio fundado hace mil años por San Rosendo, uno de los más importantes cenobios benedictinos de Galicia, sede educativa y administrativa de la villa desde la desamortización de Mendizábal.

Mouriño ha conseguido que el Gobierno de Feijóo respalde la propuesta que Fraga rechazó durante años y acabó aceptando al término ya de su mandato. Presupuestó el proyecto en cerca de 150.000 euros (los mismos que ahora vuelve a destinar la Xunta) pero el bipartito la frenó. Para que el hotel sea posible, el IES de Celanova deberá vaciar las aulas, desalojar a los 421 inquilinos (entre alumnos y profesores) y trasladar los 16.000 volúmenes de su biblioteca.

El instituto público y la biblioteca tendrán que buscar otro edificio

El alcalde prevé construir un nuevo edificio educativo en las afueras de la villa (a un kilómetro del centro) y reservar para el "despegue económico" del municipio, a través del turismo que habrá de llegar, los muros del milenario monumento en pleno cogollo de la villa. Pero se ha topado, primero, con la oposición y, más tarde, con la comunidad educativa y con parte del pueblo: los descendientes de aquellos celanovenses que en 1835, tras la desamortización, se empeñaron en su recuperación. Dos décadas de lucha hasta que lograron retirar el monasterio de la pública subasta y quedarse con él para uso público: Casa do Concello, Escuelas Primarias, vivienda del maestro, cátedra de latinidad, cuartel de la milicia y cárcel.

Allí se instalaron, en 1869, las Escuelas Pías de los Padres Escolapios, después los Agustinos y más tarde los Salesianos, hasta que en 1975 el Ayuntamiento cedió una parte al Ministerio de Educación para el IES que aún lo ocupa. "150 años dedicado a la enseñanza, el destino que ha querido darle el pueblo", explicó el sábado pasado en un acto organizado por la asociación cívica que lidera el ex director general de Natureza, el socialista Xosé Benito Reza. "Celanova nació al pie y alrededor del convento", dice Reza, que destaca su singular biblioteca como "una de las más afamadas de España durante siglos".

El pueblo (la comunidad educativa, los dos grupos de oposición, profesionales de prestigio y vecinos) ha enseñado los dientes. Los dos alcaldes que precedieron a Mouriño en el periodo democrático (ambos de la UCD) se oponen también al traslado del Instituto. Junto a ellos, intelectuales como Méndez Ferrín y otros artistas celanovenses; Luis Ferreiro (miembro de la Fundación Curros Enríquez e hijo de Celso Emilio Ferreiro, que escribió en una de sus celdas parte de Longa noite de pedra) y el arquitecto Emilio Fonseca Moretón, galardonado en 1984 con el Premio Europa Nostra por la restauración que hizo del monasterio. Todos quieren que se mantenga el uso público del viejo convento.

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"El PP, con el alcalde al frente, sólo pretende favorecer intereses empresariales", sospecha la portavoz socialista María Jesús Boo. No tiene dudas. "¿Pero qué empresa hotelera va a querer hacer aquí una inversión de 10 millones de euros si hace un año cerró el hotel Betanzos, con 60 camas, porque no había clientes?", se pregunta la socialista.

Como ella, los más de 2.000 firmantes temen que el traslado del instituto a las afueras tenga, exactamente, el efecto contrario al que propugna el alcalde. "Los alumnos y los profesores son la única vida que tiene el municipio". 421 personas transitando de lunes a viernes por el centro del pueblo. Los comerciantes se temen lo peor.

Mouriño se topó de un día para otro con el pueblo empapelado de corazones rojos con leyendas dentro: "En el corazón de Celanova cabemos todos: hotel más instituto". "Estudiantes, maestros, vecinos, hosteleros y visitantes. Todos". El alcalde se ha lanzado a su propia campaña de recogida de firmas para aplacar la de sus detractores.

En la refriega, Mouriño sacó un bando que envió por correo a los vecinos. Cuatro folios para justificar el traslado del IES. El alcalde apela a los "15 millones de euros de inversión" y al hecho de que en el año jubilar de San Rosendo "pasaron 250.000 personas por Celanova y ninguna pudo quedarse a dormir porque no había plazas". El regidor acusa de demagógicos a PSOE y BNG: "¿Debe Celanova renunciar a su futuro para que 57 profesores presuman de dar clases en un Bien de Interés Cultural?"

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