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San Cibrao deberá pagar 600.000 euros por la muerte del río Barbaña

El ayuntamiento orensano culpa del vertido a una empresa a la que no identifica

El vertido que el 24 de junio pasado acabó con la vida en el río Barbaña a su paso por Ourense le costará un mínimo de 600.000 euros al Ayuntamiento de San Cibrao das Viñas, donde se localizó el foco contaminante. La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil le ha impuesto ya a la entidad local una primera multa de 219.800 euros por "daños al dominio público hidrológico" a la que añadirá otra sanción por la "alta gravedad" del delito ecológico -murieron más 17.000 peces- que puede oscilar entre los 300.000 y los 600.000 euros.

El presidente de la cuenca hidrográfica, Francisco Fernández Liñares, ha decidido que la comisión que valore el importe esté presidida por el secretario, aunque ha recomendado que no se imponga la sanción más baja, de 300.000 euros, "dada la gravedad del delito y la alarma social generada" ni la más alta, ya que "no fue intencionado".

Diminutas crías de boga han empezado a devolverle la vida al cauce

El Ayuntamiento de San Cibrao das Viñas, que preside la popular Elisa Nogueira, ha recurrido ya la decisión del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino de sancionar, cualquiera que sea el importe, a la entidad local. "No nos parece justo que nos multen a nosotros sólo porque fuimos los que pedimos la autorización de verter. Nosotros no tuvimos nada que ver", objeta el portavoz del gobierno local, José Méndez Grande, pese a que ha quedado demostrado que el vertido pasó al Barbaña desde la depuradora municipal.

El grupo de gobierno de San Cibrao responsabiliza a la empresa que volcó los residuos tóxicos en la estación depuradora "sin haber contratado a un gestor autorizado". Pero de momento, ni la investigación judicial, que está avanzada, ni la paralela que asegura haber iniciado el propio ayuntamiento mediante la contratación de una empresa privada para encontrar al responsable del vertido, han dado frutos. "Es muy complicado averiguarlo", sostiene Méndez, que apela a la ordenanza municipal de vertidos para reivindicar que pague la multa la "empresa contaminante".

El Ayuntamiento de San Cibrao, sede de dos polígonos industriales que suman 250 empresas y del Parque Tecnolóxico de Galicia, tiene un presupuesto que supera los cuatro millones de euros, por lo que la multa supondrá el 15% del dinero que maneja anualmente la Corporación. El portavoz del PSOE, Eladio Fernández, asegura que la política medioambiental "es inexistente" y que "los vertidos al Barbaña desde San Cibrao vienen de largo".

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Mientras se culmina el expediente administrativo abierto por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, la vida vuelve por sus fueros al Barbaña. La comitiva que ayer acompañó a Liñares y al concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Ourense, Demetrio Espinosa, a una inspección ocular para analizar las obras de recomposición del río, se sorprendió al observar un banco de diminutas crías de bogas, cerca de un centenar, nadando junto a los patos, la única especie que sobrevivió al desastre ecológico.

Los técnicos creen que el Barbaña empezará a mostrar síntomas de recuperación antes de que acabe el año como consecuencia de la limpieza. Pero el Ayuntamiento de Ourense teme que el episodio pueda repetirse. Espinosa reclama al gobierno local vecino que construya unas instalaciones que eviten la filtración de vertidos como el de junio y se pregunta por qué es tan difícil que San Cibrao encuentre al culpable, considerando que tiene que ser una empresa que maneja "ácido clorhídrico, dada la cantidad de metales pesados que se encontraron en el río".

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