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Sanidade hará en lugares públicos pruebas de alcoholemia a menores

Sanciones entre 600 y 600.000 euros por facilitar bebidas a menores de edad

Este es el diagnóstico de la Xunta: la mitad de los menores que empiezan a beber de manera abusiva antes de los 14 años acaban convirtiéndose en alcohólicos. Uno de cada dos participantes en el botellón consume además otras drogas. Las salidas del servicio de emergencias 061 para atender intoxicación etílicas se han disparado un 70% desde 2000. Cada año las ambulancias auxiliaron por este motivo a 800 jóvenes, de los que un 25% eran menores de 14 años, la edad media de inicio en el consumo de bebidas alcohólicas.

Con ese panorama, las recetas del Gobierno gallego pasan por una ley específica para prevenir el consumo de alcohol en los menores de 18 años, que ayer presentó el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, tras la reunión semanal del Gobierno. Ni siquiera quienes hayan cumplido los 16 podrán ya beber vino o cerveza, como hasta ahora. El texto que será remitido al Parlamento prohíbe taxativamente la venta de bebidas alcohólicas entre las diez de la noche y las nueve de la mañana, "salvo en el interior de los establecimientos donde esté autorizada su venta para el consumo in situ". La Xunta importa así el polémico artículo antibotellón, que ya aplican otras comunidades y algunas ordenanzas municipales, como por ejemplo la del Ayuntamiento de Santiago, donde los supermercados ya no expiden cerveza, vino y mucho menos bebidas destiladas pasadas las 22.00 horas.

Los jóvenes podrán conmutar sus multas ayudando a limpiar las calles

Al contrario de lo que pretendía la ley sobre drogas del bipartito, el anteproyecto del PP no se propone regular las concentraciones nocturnas en lugares públicos. Fuentes de Sanidade explicaron que el Gobierno de Feijóo, pretende "ser respetuoso con las competencias de otras instituciones". Una forma de trasladar a los alcaldes la problemática del botellón para que cada cual lo afronte como considere conveniente.

La futura norma impedirá que los menores de edad acudan sin acompañante a "ferias, certámenes, o actividades similares de promoción de bebidas alcohólicas". Con la ley en la mano, nadie que no haya cumplido los 18 años podrá acceder, por ejemplo, a la Festa do Albariño de Cambados u otras similares sin un adulto a su lado. El anteproyecto introduce una importante novedad porque faculta a los inpectores de Sanidade a practicar pruebas de alcoholemia "para medir su grado de intoxicación" a aquellos menores de edad que estén consumiendo en lugares públicos. Bastará con que el "personal al servicio de la administración se identifique antes".

El Gobierno gallego endurece las condiciones para instalar máquinas expendedoras de bebidas alcohólicas. Deberán ubicarse en el interior de los establecimientos, nunca a las puertas, y contar con un dispositivo similar a las las del tabaco, para vetar el acceso a los menores. En las tiendas y supermercados deberán ubicar las bebidas con carteles bilingües que alerten sobre la prohibición. Tanto el dependiente como el propietario del negocio serán sancionados si se la saltan.

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La norma no se queda en una mera declaración de intenciones, establece un férreo "régimen sancionador que contempla multas de hasta 600.000 euros para las sanciones más graves que podrían conllevar también el cierre de establecimientos por un período de cinco años y la supresión de ayudas o subvenciones públicas a las empresas que vulneren gravemente la legislación. Las faltas leves serán castigadas con un mínimo de 601 euros y, en el caso de los menores, serán los padres quienes respondan subisidiariamente por las conductas punibles de los hijos. No sólo eso, los propios progenitores o tutores podrán ser considerados "responsables directos" de las actos que protagonizan los jóvenes a su cargo, siempre que se pueda probar "el dolo, la culpa, o la negligencia", incluida entre esta última, la mera "inobservancia" del problema.

No obstante, añade la ley, la sanción será el último recurso. Si, por ejemplo, tras una inspección se denuncia a un menor por haber bebido, la autoridad competente podrá sustituir la multa "por la inclusión del infractor en programas preventivos de carácter formativo". La sanción económica también se podrá conmutar "por la realización de trabajos en beneficio de la comunidad". Como ejemplo, la ley habla de "ayuda en la limpieza de calles o en la reparación del mobiliario urbano".

El Gobierno gallego se compromete a invertir lo recaudado con el régimen disciplinario en programas municipales de ocio para jóvenes y campañas de prevención. La futura legislación eliminará la publicidad del alcohol en conciertos o acontecimientos deportivos a los que puedan acudir menores.

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