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Satisfechos con la calidad sanitaria, pero no con la espera

Ocho de cada diez pacientes piensan que aguardan demasiado

Pablo Linde

La mayoría de los gallegos están satisfechos con la sanidad pública, pero creen que los tiempos de esperan en las especialidades, las pruebas diagnósticas y la cirugía son excesivos. Son algunos de los datos que se extraen del II Observatorio da Sanidade Pública Galega, para el cual la Unión de Consumidores de Galicia (UCG) encuestó a 1.000 personas entre mayo y septiembre de 2009.

Ha mejorado con respecto al año anterior la calificación de la atención primaria. Un 62,3% la considera de buena calidad (más un 33% que la estima aceptable), por un 54% en la encuesta de 2008. Sólo un 3% cree que es mala, la mitad que en la anterior edición. Ocho de cada diez encuestados piensa que la atención especializada también es buena o aceptable, una cifra parecida a la que le da estos mismos calificativos a las pruebas diagnósticas y la cirugía.

La atención primaria goza de mejor valoración que la especializada

Pero la otra cara de la moneda está en los tiempos de espera. En atención primaria sólo son excesivos para una quinta parte de los preguntados, pero el porcentaje se dispara al 66% en las pruebas diagnósticas y cirugía y al 77% en la atención especializada. En ambos casos el número de encuestados insatisfechos crece con respecto al primer observatorio.

El tiempo que pasan en la consulta de los especialistas tampoco es el correcto, según algo más de la mitad de los encuestados. La balanza se equilibra en la atención primaria, donde empatan quienes piensan que se les atiende durante el tiempo adecuado y los que creen que es demasiado escaso.

Lo que tampoco parece funcionar muy bien, a tenor de los datos del estudio, es el servicio de atención al paciente. Sólo un 19,4% lo avala. Peor aún es lo que sucede con el sistema Queres, un mecanismo que la Consellería de Sanidade implantó en 2008 para atender quejas, reclamaciones y sugerencias. El 84% de los consultados ni siquiera conocía su existencia cuando se les preguntó.

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Tampoco hay gran entusiasmo con el nuevo sistema Saúde en Liña para pedir cita telefónicamente, ya que sólo una cuarta parte de los usuarios lo considera una mejora.

La UCG también preguntó sobre lo adecuado de que los profesionales de la sanidad pública compaginen su actividad con el ejercicio privado de la medicina: al 66,2% le parece mal, un porcentaje ligeramente inferior al de primer observatorio.

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Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.

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