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Reportaje:

Seducción visual a la gallega

Pontevedra expone una selección de obras actuales de diseñadores gráficos

Tras las vieiras en forma de aspa del Xacobeo 2010 o la identidad gráfica de Galicia Calidade palpita un movimiento artístico con denominación de origen. El diseño gráfico gallego reivindica su espacio y, para empezar, ofrece en el Pazo da Cultura de Pontevedra una memoria gráfica de la Galicia actual que permanecerá abierta desde el 1 de julio hasta el 30 de agosto bajo el título Diálogos.

De la mano de la Asociación Galega dos Deseñadores (DAG) y el Concello de Pontevedra, la muestra se compone de tres exposiciones que se complementan con el primer Pecha Kucha Night que se celebra en Galicia. Una experiencia visual y narrativa que acogerá la Sala Karma el 10 de julio a modo de exhibición de diseñadores, artistas y arquitectos. Se trata de una novedosa iniciativa japonesa que se ha ganado un sitio en 120 lugares del mundo donde, cada mes, celebra su liturgia. Veinte imágenes en veinte segundos para que cada uno de los invitados explique su proyecto en un ambiente lúdico y acompañado de actuaciones musicales. La diseñadora Uqui Permui, coordinadora del evento junto a Lía Santana o pioneros del sector como Alberte Permuy o Pepe Barro, explica que se trata de una experiencia "muy abierta", en la que pueden participar cocineros, ilustradores, fotógrafos y todos aquéllos interesados en desarrollar este formato.

La luz de Galicia genera creaciones con formas y colores más suaves
La muestra exhibe cómo un mismo libro se transforma de 30 maneras

Otra de las puertas que abre la muestra lleva al visitante por diversos rincones de Santiago bajo el epígrafe O ollo na rúa. De la mano de 35 alumnos de un taller de tipografía e intervención urbana que organizó la DAG, el Parque de Belvís, el Parque de Bonaval o Pelamios se transforman en invitaciones a la reflexión gracias a la aplicación de inesperados elementos tipográficos. En formato documental, el espectador puede analizar las reacciones de los transeúntes o dejarse por nuevos simbolismos que transforman la ciudad.

Finalmente, hay un capítulo para el diseño original, no comercial, a partir de un objeto de elaboración industrial. En torno a Baskerville convierte el libro A imprenta en Galicia. Século XIX en 30 propuestas personales y diferentes de intervención. El volumen se transforma atravesado por una bala, empaquetado, lleno de miga, troceado, vomitando las teclas de un viejo ordenador, en blanco, encadenado o envasado al vacío pero sin fecha de caducidad, y permite así descubrir en una pieza multitud de obras diferentes que pivotan en torno a la esencia tipográfica de la obra, criticada durante largo tiempo porque "cegaba a los lectores por sus trazos finos y estrechos".

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Toda esa multiplicidad de ideas refleja las líneas de trabajo por las que discurre el diseño gráfico gallego más reciente que, a través de la DAG, pretende promocionar la labor de un colectivo que aspira a darse a conocer en el tejido empresarial autonómico. No obstante, en ese ejercicio de seducción visual que es la creación de una imagen de marca, de un logotipo, los autores autóctonos tienen un camino hecho. Y como prueba, Diálogos ofrece todo un paseo por los diseños más comerciales que se reparten entre la empresa pública y la privada de dentro y fuera de Galicia. Desde la propia Sala Nasa, al Grupo Selmark, la repostería de Mercedes Mora, los caldos de Vinum Terrae, el ciclo pontevedrés de músicas prohibidas Pecados, las galescolas, la Asociación de Intérpretes de Barcelona (AIB) o la selección gallega de fútbol, apuestan por la capacidad creativa del diseño de Galicia en un amplio abanico de posibilidades.

Y es que los profesionales gallegos de esta disciplina artística admiten peculiaridades atribuidas a la luz y las tonalidades de la bruma, los montes o las aguas del norte. La suavidad en las formas, menos explícitas, tiende aquí a la insinuación. Frente a los rojos y amarillos, presentes en los trabajos nacidos al calor del Mediterráneo, aquí los colores nacen "matizados", lejos de las estridencias, dice Uqui Permui.

La Asociación Galega de Deseñadores se resiste a diluirse en el bombardeo de imágenes que a diario atraviesan a la sociedad actual. La organización nació en Santiago en el año 2006 con un triple objetivo: crear un espacio de comunicación entre los profesionales, impulsar el diseño gallego poniéndolo en valor e implicar a los autores en el tejido empresarial. Un total de 34 asociados tejen en la actualidad un entramado gráfico con denominación de origen dispuesto a colarse por la retina de todo aquel que se deje seducir a golpe de miradas.

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