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El Supremo avala el proceso para abrir al público Meirás

Los perjuicios para los Franco son "de todo punto irreales"

La familia Franco sufrió ayer otro revés en su afán por impedir la apertura al público del Pazo de Meirás, en Sada, tras denegar el Tribunal Supremo la suspensión cautelar de la declaración del pazo como Bien de Interés Cultural (BIC), que decretó el bipartito en 2008. El Supremo entiende que la suspensión no cabe porque abrir al público la finca -donada al dictador tras la Guerra Civil- no conllevaría un perjuicio grave a los propietarios aunque la sentencia final les diese la razón.

"La recurrente se opone a la declaración del bien inmueble de su propiedad como BIC porque considera que esa declaración no es más que un primer paso para privarle del mismo. En modo alguno eso resulta del decreto [...] La declaración preserva y defiende el bien en cuanto tal", razonan los magistrados, que entienden que el interés público debe primar en este caso sobre el particular.

Los perjuicios que alegan los recurrentes son, según el Supremo, "hipotéticos cuando no de todo punto irreales" y, en su caso, "podrían valorarse en el momento en que por la Administración autonómica se fijara el horario, el calendario, la forma y el sistema en que los ciudadanos puedan realizar las visitas al pazo, en consonancia con la Ley del Patrimonio Cultural de Galicia".

La sentencia del alto tribunal confirma un auto dictado en términos similares por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, que recurrieron los abogados de la familia. Pero la nueva resolución no ha acelerado las negociaciones entre los herederos de Franco y la Xunta para permitir la entrada del público al pazo. Si en enero la Consellería de Cultura confiaba en poder abrirlo antes de que terminase el año, un portavoz evitó ayer concretar fechas, si bien insistió en que la apertura es una "prioridad" para la Xunta. "Las conversaciones están bastante avanzadas; hace poco visitaron el pazo técnicos de la Dirección Xeral de Patrimonio", explicó el mismo portavoz, quien detalló que en las últimas reuniones se trató con la familia cuáles podrían ser los mejores itinerarios de visita para "garantizar la seguridad del bien y de los visitantes".

La pretensión de la Xunta es abrir varias dependencias cuatro días al mes a los visitantes. Entre ellas, el jardín y la biblioteca, de la que se calcula que alberga en torno a 8.000 volúmenes que pertenecieron a Emilia Pardo Bazán.

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