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Traballo borrará de la lista del paro a uno de cada cuatro desempleados

Mato afirma que la decisión se pactó con los sindicatos y estos lo desmienten

En enero pasado el paro registrado en el Inem ascendía en Galicia a 245.831 personas. La Xunta se propone borrar de esa estadística a casi la cuarta parte, 56.000 personas: todos los parados menores de 30 años y los que lleven más de un año sin registrar ningún tipo de actuación en el Servicio Público de Empleo de Galicia (SPEG). Para ello, la Consellería de Traballo ha dado instrucciones a sus servicios centrales a fin de que identifiquen a ambos colectivos y los remitan a los servicios de orientación. De paso, se les aplicará un código de identificación especial por el que dejan de engrosar las listas del paro.

La orden figura en una circular con fecha del 14 de febrero pasado, que exhibió ayer el líder del PSdeG, Pachi Vázquez, en el Parlamento. Fue en la sesión de control que le enfrentó con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en la que Vázquez le recriminó la confesión realizada en el mismo cara a cara, dos semanas antes, de que carece prácticamente de competencias contra el paro. "No tiene competencias, pero se inventa una para sacar del paro a los demandantes que llevan años sin recibir empleo", le reprochó. Feijóo, que disponía de un turno de réplica, pasó por alto la acusación.

El cambio de un código conlleva su supresión de la estadística de paro

Las explicaciones las dio minutos más tarde la conselleira de Traballo, Beatriz Mato, aunque sin micrófonos, a un grupo de periodistas. La conselleira aseguró que la circular es consecuencia de un plan para guiar en la búsqueda de empleo a 54.000 parados menores de 30 años y a 2.300 de larga duración, acordado con los sindicatos en la mesa de diálogo social. Mato apeló a un "preacuerdo" con sindicatos y patronal que avala que se les suspenda de la lista de paro, extremo negado tajantemente por los representantes de CC OO y UGT en esa mesa, Maica Bouza y Domingo Barros.

La instrucción que mostró Vázquez lleva el título "Aclaración sobre los demandantes con estado Suspensión por proceso de orientación (S-698)". En ella, se explica que la suspensión se aplicará a los demandantes de empleo que "no recibieron ningún servicio

en los últimos años", que serán derivados a las oficinas de empleo. "Una vez realizadas las acciones de orientación pertinentes la suspensión finalizará, reactivándose la demanda", señala la circular, que no especifica plazos para esa nueva alta.

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No fue Vázquez, sino Beatriz Mato, quien reveló que el alcance de la medida son los 56.000 parados del plan para jóvenes y desempleados de larga duración, anunciado por Feijóo hace dos semanas en el Parlamento y concretado en el Consello de la Xunta del 17 de febrero. "La suspensión no afecta a ningún derecho de los parados", argumentó Mato, que sí reconoció que supondrá que "no computarán" en la lista del paro. Traballo se da un año de plazo para llegar a esos 56.000 desempleados, que los servicios centrales han comenzado ya a borrar de la lista.

Las centrales sindicales no fueron las únicas que desmintieron a la conselleira. También el Ministerio de Trabajo e Inmigración negó que el código S-698 se aplique en todas las comunidades autónomas, como aseguró Mato a los periodistas. Fuentes del ministerio reconocieron que es competencia de la Xunta crear ese código de suspensión, que se suma a otros 24 que se aplican en Galicia, por motivos como incapacidad temporal, maternidad, prisión o asistencias a escuelas taller, pero también confesaron su "sorpresa" por la aplicación de ese supuesto, que es "específico de Galicia". "El S-698 no es común", insistió un portavoz ministerial.

La representante de CC OO en la mesa de diálogo confirmó que se acordó con Xunta y sindicatos un programa para atender "de forma individualizada" a jóvenes y parados que no requirieron servicios de orientación, pero negó cualquier pacto sobre su suspensión en las listas. "¿Quién se puede creer que nos prestemos a maquillar de esa forma la lista del paro?", se preguntó Maica Bouza. El secretario de Empleo de UGT, Domingo Barros, rechazó igualmente cualquier pacto al respecto.

Una riña frustrada

Solo el portavoz del BNG parecía tener interés ayer en que las rencillas acumuladas en los últimos días por Feijóo y Pachi Vázquez aflorasen en el pleno. En medio de una gran expectación, Feijóo afrontaba el cara a cara con el nacionalista Carlos Aymerich y, a continuación, con el socialista Pachi Vázquez en la sesión de control parlamentario. Ni Feijóo ni Vázquez se permitieron la más mínima alusión a las insinuaciones de la supuesta relación del presidente de la Xunta con el narcotráfico, deslizadas la pasada semana por el líder socialista, ni al expediente abierto por la Consellería de Territorio a la casa particular de Vázquez. Uno y otro se centraron en el incremento del paro, con argumentos conocidos.

Aymerich lo intentó en dos ocasiones. "Gobernar es algo más que discutir con el líder del PSOE sobre narcotráfico y sobre obras ilegales", le espetó a Feijóo en el primer turno. No hubo respuesta. En el segundo insistió, con idéntico resultado. Después llegó el diálogo entre el presidente y el líder del PSdeG, pero ambos estaban decididos a defraudar las expectativas de un enfrentamiento a cara de perro que no fue tal.

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