Vigo reclama en la calle soluciones que eviten la desaparición del sector naval
Decenas de miles de personas -35.000, según la Policía Local- se sumaron ayer a la manifestación convocada por CC OO, UGT y CIG Pola defensa do sector naval. Polo futuro industrial de Vigo, que fueron los lemas de la pancarta de cabeza. Además de los líderes gallegos de los sindicatos convocantes, también se hizo ostensible la presencia de empresarios del sector y de todos los partidos políticos, singularmente los tres grupos municipales, que acudieron practicamente en pleno aunque marcharon por separado: el grupo socialista con el alcalde, Abel Caballero; el BNG con su portavoz nacional, Guillerme Vázquez; y el popular, reforzado por la delegada de la Xunta en Vigo, Lucía Molares, el director general de Industria, Ángel Bernardo Tahoces, y el presidente de la Autoridad Portuaria, Ignacio López-Chaves.
El objetivo primordial de la manifestación era la reclamación a las Administraciones -autonómica, central y europea- de que "tomen nota" e impidan la desaparición de un sector de "importancia estratégica" para la economía de Galicia y determinante en Vigo, con unas 400 empresas auxiliares y unos 10.000 empleos dependientes.
La crisis está teniendo ya efectos devastadores en la actividad, que de momento se capea con decenas de expedientes de regulación de empleo. Pero falta carga de trabajo y el expediente abierto por la Comisión Europea sobre la aplicación de bonificaciones fiscales, el denominado tax lease que se propone suspender y se considera imprescindible para la contratación, podrían representar la puntilla para el sector
"Europa, escoita, Vigo está en loita", "non faltan cartos, sobran ladróns", "que quieran, que non, o naval ten solución" fueron algunos de los eslóganes coreados en la marcha, en las que no faltaron tampoco pancartas directamente acusatorias: "PP-PSOE e empresas afundiron o naval. Ladróns fóra".
La convocatoria contó con el respaldo de numerosos colectivos, incluida la patronal del metal, Asime, que lo condicionó con la advertencia de "su rechazo de manera rotunda" a cualquier movilización en horario laboral y a cualquier situación de violencia "que, como ha sucedido en numerosas ocasiones, transmitieron o transmiten un mensaje negativo de nuestro entorno social e industrial". No hubo ni asomo de violencia en esta ocasión.
Los dirigentes sindicales pidieron al Gobierno central y a la Xunta "que pongan toda la carne en el asador" y respondan al "clamor popular" presionando en la UE para evitar la supresión del tax lease. El manifiesto, que leyó una periodista, señaló que el naval "es uno de los símbolos del propio Vigo... uno de nuestros bienes más valiosos", que ha perdido ya más de 100 empresas auxiliares y casi 9.000 empleos.
Los sindicatos exigen "que el esfuerzo y el trabajo en las oficinas, en los talleres y en las gradas de los astilleros, no lo anulen otros en los despachos" y emplazan al Gobierno y a la Xunta a "que se hagan respetar" porque "no son tiempos para mendigar y pedir favores", sino para "sentar autoridad".
El alcalde, Abel Caballero, prometió su apoyo "todo el tiempo que haga falta", y aseguró que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en quien se personalizan buena parte de las críticas por su "falta de sensibilidad" con el sector -dijo José García Costas, vicepresidente del astillero Hijos de J. Barreras, el principal de los privados de España, ahora en proceso concursal-, "sigue directamente sus problemas" porque se trata de una cuestión "de Estado".
Guillerme Vázquez requirió que "el Gobierno no pase del tema, como si esto no fuese con él, y que la Xunta no se limite a ser un oyente". A su juicio, la crisis " evidencia que en Galicia necesitamos más autogobierno".
