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Voces buenas, cumplidoras y destempladas en A Coruña

El Palacio de la Ópera de A Coruña acogió este sábado la ópera de Mozart La clemenza di Tito, con la Real Filharmonía de Galicia (RFG) en el foso y el Coro de la Orquesta Sinfónica de Galicia arropando con sus intervenciones en el escenario a unos solistas en actuación dramático-vocal plena. Una función de ópera en toda regla y no una ópera semirrepresentada, como se había anunciado desde un principio para esta edición del Festival Mozart.

La dirección escénica de Marco Carniti tuvo las mejores cualidades para una ópera en tiempos de crisis: sobria originalidad en escenografía y vestuario, este de Maria Carla Piccardo; buena dirección actoral de los cantantes y eficaz coreografía para una buena comprensión visual de la acción. Añade una ambientación visual con proyecciones de vídeo llenas de significado, complementada con una adecuada luminotecnia.

Fabio Biondi, auténtico especialista en música de los períodos barroco y clásico, tuvo en la RFG un instrumento realmente adecuado por precisión, maleabilidad y transparencia. Hizo saludar a Beatriz López por sus solos de clarinete. De los solistas, sobresalieron Lucia Cirillo como Sexto y Marta Matheu, esta en su más breve papel de Servilia. El Tito de Shawn Mathey, mejor actuado que cantado, por sus problemas de colocación de la voz. Y Veronique Gens fue una Vitellia algo destemplada. El resto, simplemente, cumplió.

Mujeres y jazz

La pasada semana se celebraron en A Coruña otros dos conciertos del festival a cargo de dos formaciones de la Sinfónica. Su Orquesta de Mujeres, con Lucica Trita como concertino-directora, tocó brillantemente un programa con obras de compositores varones (Corelli, Mozart, Rossini y Mendelsohn), demostrando que lo importante en la música no es el sexo de sus creadores o ejecutantes, sino su calidad. Las componentes del grupo demostraron la mucha que tienen, como hacen cada semana junto a sus compañeros varones.

Por su parte, la OSG Jazz Band repasó parte de los estándares más populares del jazz de todos los tiempos en una nueva exhibición del talento y versatilidad musical que atesoran los miembros de la orquesta coruñesa. El contrabajista Risto Vuolanne, autor de la mayoría de los arreglos, se ganó al público con su simpatía al presentar individualmente cada obra.

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