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La Xunta anuncia un recorte de 950 millones en el presupuesto de 2011

Facenda advierte de que revisará "todas las políticas públicas" para afrontar el ajuste

Más que una rueda de prensa sobre la coyuntura económica actual, lo de ayer en la Consellería de Facenda fue una orden de "cuerpo a tierra". El aviso a la sociedad gallega a través de los medios de comunicación de que llega lo peor de la crisis. La titular de este departamento, Marta Fernández Currás, desgranó sus sumas (pocas) y restas, hasta concluir que el año próximo las cuentas de la Xunta tendrán 950 millones de euros menos que el presupuesto de 2010. Si este ejercicio el Gobierno dispuso, separado el gasto financiero (que se dedica a pagar la deuda de la comunidad autónoma), de 11.052 millones de euros, el próximo habrá de apañárselas con 10.107. Al pago de intereses corresponderán otros 464 millones de euros.

La conselleira aboga por "revisar todas las políticas públicas"
Currás: "O recortamos o tendríamos que suprimir cuatro consellerías"
Facenda argumenta que no todas las inversiones "dan igual resultado"

En ese contexto, la conselleira anunció ayer una "revisión completa de las políticas públicas". Caerá la inversión, el gasto corriente, las subvenciones y conciertos y el presupuesto de todas las carteras sin excepción. Fernández Currás incidió en que el Gobierno tratará de salvaguardar la política social y los servicios públicos esenciales (Sanidad, Educación y Dependencia) pero ni siquiera estas carteras tendrán asegurado que mantendrán sus partidas en el ejercicio 2011. Facenda intentará que la tijera entre con menos fuerza en esas consellerías, nada más. "Porque [también éstas] incluyen gastos de funcionamiento que pueden mejorar y de gestión de las distintas políticas que pueden hacerse más eficientes", explicó.

De ahí que advirtiese ya sobre las futuras lecturas políticas que "la sociedad" puede hacer de los futuros presupuestos que espera tener listos a finales de octubre. Pidió comparar el esfuerzo económico por departamentos, o lo que es lo mismo, el tanto por cierto, en vez de comparar las cifras en términos absolutos que irremediablemente se verán mermadas.

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La razón del recorte es el compromiso del presidente del Gobierno alcanzado en Bruselas para reducir el tope de endeudamiento de las comunidades autónomas que pasa del 2,5% al 1,3% de su PIB. La emisión de deuda de la Xunta este año, 1.532 millones, se quedará el próximo en 729 millones. Como el único destino de la deuda puede ser inversión, ahí está la primera pista de por dónde se encaminarán los ajustes. El Gobierno gallego intentará amortiguar esa caída con la búsqueda de financiación específica (colaboración público-privada) para sufragar inversiones. En otros casos, los plazos de las obras tendrán que alargarse.

Al frenazo de los ingresos vía deuda habrá que sumar el primer pago al Gobierno central como contrapartida de los anticipos a cuenta que el bipartito ingresó durante el último ejercicio, 110 millones de euros más. Así que la conselleira fue rotunda en el mensaje y gráfica a la hora de exponer los ejemplos: "Tenemos 1.000 millones de euros menos, que equivalen al presupuesto completo de la Consellería de Traballo, o a la suma de los de Cultura y Medio Rural. O a los de Economía, Presidencia, Cultura y Mar, todos juntos. Cuando hablo de revisar, es que hay que revisar, a no ser que queramos cerrar cuatro consellerías".

El aviso está lanzado. Así que el próximo trimestre lo dedicará Facenda a cuadrar los números por consellerías siempre con el plan estratégico 2010-2014 como guía, según se encargó de recordar Fernández Curras. La conselleira hizo ver que "por encomiables que sean, no todas las políticas están dando el mismo resultado". "Se trata de que cada euro gastado se pueda justificar y de que sea rentable para la economía gallega en su conjunto".

La responsable de equilibrar las cuentas defendió las bajadas selectivas de impuestos como el que grava la adquisición de viviendas pero advirtió que la cosa ya no da más de sí. Que no vislumbra nuevas rebajas a corto plazo, en el actual contexto económico y financiero. El resto fueron las consabidas llamadas "a la austeridad", a "hacer más con menos", y a "apretarse el cinturón como cualquier familia". No faltó estopa contra Zapatero a cuenta de la subida del IVA, "que tendrá clarísimas repercusiones negativas sobre las economías domésticas". Y alertó de que si las empresas no repercuten la subida en los precios, además tendrá consecuencias nefastas sobre el empleo.

La oposición pide a Feijóo que deje de quejarse y despliegue medidas contra la crisis

Los lamentos de la conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás, ayer, y del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien ya la semana pasada deslizó que el recorte de los presupuestos podría hacer peligrar algunos servicios públicos, no hallaron consuelo en la oposición. PSdeG y Bloque respondieron para demandar a la Xunta alguna política que haga frente a la crisis. Poco después de la comparecencia de Marta Fernández Currás, el portavoz nacional del BNG, Guillermo Vázquez, ironizó con el anuncio y subrayó que la Xunta del PP "está acostumbrada a trabajar con presupuestos reducidos", después de anunciar que el bipartito "no le había dejado un euro en el bolsillo".

Según informa Europa Press, el líder nacionalista instó al Ejecutivo autónomo a "no culpabilizar a los demás". "Más allá de quejarse, no sabemos qué políticas ha puesto encima de la mesa para salir de la crisis económica", subrayó Guillerme Vázquez, quien lamentó que su formación lleve esperando todo este tiempo "una política activa" y algo más que lloros de la Xunta.

También los socialistas se preguntaron qué medidas está llevando a cabo el Gobierno de Feijóo para hacer frente a la crisis. La portavoz del PSdeG, Mar Barcón, mostró por su parte su preocupación por lo que puedan deparar los presupuestos de la Xunta en 2011. "La experiencia de este año demuestra que se recorta en presupuestos educativos, en transporte público o en políticas sociales", se quejó. Mientras, subrayó, esos ajustes no se producen en las adjudicaciones de obras a empresas relacionadas con el conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, Agustín Hernández.

El viceportavoz parlamentario del PP, Pedro Puy, abogó por "ajustar las cuentas preservando el núcleo duro del Estado de bienestar". En declaraciones a TVG, Puy subrayó que el nuevo contexto "ha de cambiar la filosofía de los gestores pero también del propio administrado". "Se acabaron los tiempos en los que se entendía que las Administraciones podrían actuar como un saco sin fondo", apuntó.

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