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La Xunta aprueba una mina que daña aldeas medievales y un río de O Courel

El Consello de la Xunta dio su visto bueno para que el Ayuntamiento de Folgoso otorgue licencia de explotación a la empresa Cupire-Padesa, que así continuará extrayendo pizarra en la mina de A Campa. Según la plataforma SOS Courel, esta cantera ocupa el "espacio vital" de "seis núcleos poblados medievales" y "arrasa un bosque centenario y un río". La decisión del Gobierno gallego, explica el colectivo vecinal, contraviene una orden judicial de cierre dictada en 2002.

Esta mina, que desde que entró en funcionamiento ha ido avanzando sobre el terreno hasta llegar al extremo de desviar un río -el Loruda, afluente del Lor- para extraer también las losas del cauce, se suma, según el portavoz de SOS Courel, Orlando Álvarez, a las otras 12 "macrocanteras" ya legalizadas y a otras tres en trámites de aprobación.

Estas explotaciones se encuentran concentradas en una zona concreta de O Courel que en 2004 fue excluida "a propósito" del mapa de la Red Natura 2000. Sobre el plano, el área de la comarca en la que se concentran las minas forma un agujero en el interior del mapa de este espacio natural, pero el planeamiento provincial sigue considerando este territorio espacio protegido.

En las actas del Consello de la Xunta del pasado jueves, se destaca que el permiso "se ciñe exclusivamente a la zona de explotación situada fuera de los límites del espacio natural Os Ancares-Courel", es decir, que se encuentra en este "agujero" de minas que existe dentro de la comarca.

Parque natural

Precisamente, la Asociación Ecolóxico-Cultural SOS Courel fue constituida por los vecinos de Folgoso para reclamar a la Xunta la declaración "urgente" de la comarca (sin este tipo de excepciones) como parque natural. El objetivo es librar al territorio con mayor biodiversidad de Galicia de "todo tipo de impactos y concesiones incompatibles como canteras, parques eólicos, centrales hidroeléctricas o vertederos".

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Los vecinos promueven una recogida de firmas que pretenden enviar al presidente de la Xunta pidiendo la transformación del espacio natural de 1989 en parque natural. Desde que comenzaron la campaña respaldados por la asociación ecologista Adega, han conseguido reunir 10.000 apoyos, y pretenden lograr otros tantos antes del 21 de julio.

Sin embargo, a un mes de alcanzar su objetivo, y siempre sin obtener respuesta de la Administración a los escritos que envían, se han tropezado con el escollo de la autorización de la mina de A Campa y, el día 19, de un parque eólico en Oribio (zona incluida en la Red Natura). Además, el Consello también dio luz verde a la ley gallega de la minería, que deberá ser aprobada ahora por el Parlamento, y que contempla la declaración de ayuntamientos mineros de aquéllos cuya economía dependa de esta actividad. En estos lugares, según SOS Courel, la minería "tendrá prioridad sobre las protecciones ambientales".

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