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La Xunta desoye la directiva europea para regular espacios protegidos

La Comisión Europea debe abrir de oficio un expediente a la Administración

La Xunta se arriesga a una sanción de la Unión Europea por no presentar a tiempo los planes de conservación de los espacios que integran la Red Natura. El Ejecutivo autónomo tuvo un plazo de seis años para aprobarlos que acaba en diciembre, pero hasta esa fecha solo tiene previsto diponer de "un documento de base" con el que iniciar su tramitación "con una gran participación pública", según la Consellería de Medio Rural, por lo que no llegará a tiempo de cumplir con las directrices europeas.

La Red Natura 2000 es un conjunto de espacios naturales a nivel europeo creado para proteger los hábitats y especies silvestres más importantes del continente. La lista de parques incluidos fue aprobada por la Comisión Europea en diciembre de 2004, y desde ese momento se abrió un plazo de seis años para presentar los planes de conservación de las diferentes zonas protegidas. Además, la Lei de Conservación da Natureza de Galicia, aprobada en 2001, obliga a redactar los planes de conservación de estos espacios dos años después de su designación, plazo que finalizó en 2006.

El Ejecutivo no aprobó un Plan Director redactado por el bipartito
Los ecologistas temen que primen los intereses urbanísticos del PP
El Gobierno tuvo seis años para aprobar los planes de conservación
Bruselas mantiene varios procesos contra España por la Red Natura
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Si la Comisión Europea no inicia de oficio los trámites para sancionar a la Xunta, la Federación Ecoloxista Galega (FEG) está dispuesta a emprender acciones legales. Pero el trámite es largo y complejo. La Comisión da un máximo de dos avisos a las administraciones, y si las respuestas no convencen a Bruselas puede llevar el caso a los tribunales y pedir que se le imponga una multa.

En la actualidad, la Comisión mantiene varias causas abiertas contra España por incumplir las normas de protección de la Red Natura. Es el caso de las minas del Valle de Laciana en Castilla y León, que ya ha llegado a los tribunales, o el de 174 parajes de las Islas Canarias, que la Comisión Europea entiende que no se han protegido lo suficiente, por lo que ya ha avisado dos veces de que o se soluciona el problema o el asunto llegará a los tribunales.

La demora en la protección de la Red Natura de Galicia se debe a la negativa de la actual Xunta a dar luz verde a un Plan Director de Conservación redactado por el bipartito y ya en trámite de Evaluación de Impacto Ambiental. Este documento de cuatro tomos recogía los objetivos de conservación, las especies y hábitats a proteger, las actividades permitidas en cada zona en las que se dividían los espacios incluidos en la Red Natura y las herramientas de planificación y gestión.

El Plan Director fue presentado en 2007 por el entonces conselleiro de Medio Ambiente, el socialista Pachi Vázquez, al Consello Galego de Medio Ambiente y ante el público. Estaba previsto aprobarlo en diciembre de ese año, pero nunca llegó al Consello de la Xunta. Según Carmen Gallego, ahora portavoz de medio ambiente del PSdeG, simplemente "no dio tiempo". Sin embargo, los ecologistas apuntan al intento de la consellería de solucionar al mismo tiempo el conflicto de Os Ancares y O Courel. El bipartito pretendía convertir estas zonas de la Red Natura en parques naturales, pero los conflictos entre vecinos y alcaldes impidieron una solución de consenso. El cambio de gobierno en la Xunta interrumpió todos los planes de los socialistas.

En un primer momento, el nuevo Ejecutivo del PP intentó escudarse en que "hubo que partir de cero para redactar un nuevo plan", pero preguntada por la existencia del documento del bipartito cambió la versión para asegurar que "en función de ese documento se está trabajando en una nueva propuesta que permita combinar mejor la conservación de la naturaleza con las actividades humanas".

Los ecologistas ven detrás de esta frase la intención de la Xunta de adaptar el Plan Director a los intereses urbanísticos de los alcaldes del PP, ya que los planes de conservación prevalecen sobre los planes de ordenación municipal. Una de las directrices del documento del bipartito era "considerar incompatibles con los objetivos de conservación los nuevos proyectos que puedan atentar de forma significativa contra los valores naturales que motivaron la inclusión de la zona en la Red Natura".

La carencia de los planes de conservación impide la correcta administración de los espacios protegidos. No están determinados los usos de las diferentes zonas, lo que provoca conflictos como las canteras de O Courel. Además, impide conocer el estado actual de las especies amenazadas o en peligro de extinción o los efectos sobre ellas de los incendios forestales, como ocurrió este verano en el Macizo Central de Ourense.

La Consellería de Medio Rural también renunció a ampliar la Red Natura gallega, con lo que Galicia seguirá siendo el territorio con menor porcentaje de parajes protegidos, solo después de Ceuta.

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