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La Xunta elimina todas las obligaciones urbanísticas de las Normas do Hábitat

Continúan en revisión aspectos técnicos como la dimensión de las viviendas

La Xunta ultima uno de sus principales compromisos electorales: las nuevas Normas do Hábitat. La Consellería de Medio Ambiente, Infraestructuras e Territorio está cerrando estos días el borrador del decreto que sustituirá a una de las medidas más polémicas del anterior Gobierno gallego, promovida por la entonces conselleira Teresa Táboas, del BNG. Los responsables del departamento que dirige Agustín Hernández llevan semanas de conversaciones con arquitectos, aparejadores, promotores y alcaldes, a través de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp). Su primera decisión consiste en eliminar de las Normas toda la reglamentación de tipo urbanístico, para limitarse a detallar la configuración física de los espacios de la vivienda. Aunque las negociaciones con la Fegamp se han reducido a una única reunión, la eliminación de las disposiciones urbanísticas pretende precisamente satisfacer las demandas de los alcaldes, que tienen un recurso presentado contra el decreto en el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. La Fegamp no impugnó la parte técnica de las normas, sino lo que su presidente, Carlos Fernández, denominó "el otro tronco" del decreto, que la federación considera una "clara intromisión" en las competencias de planeamiento urbanístico de los municipios. Entre las medidas que se eliminan está el sometimiento de los planes generales de ordenación municipal al nuevo decreto, que ahora la Xunta considera conflictivo. La normativa en vigor establece la necesidad de someter la aprobación definitiva de los planes a un informe de la consellería al respecto. También se suprimen las recomendaciones respecto al ancho de las aceras y separación de edificios, previstas inicialmente como obligatorias, pero limitadas finalmente a la categoría de propuestas a instancias de la Consellería de Política Territorial, que presentó alegaciones al decreto. La Xunta atribuye toda la reglamentación de tipo urbanístico de las Normas a una "pugna" entre dos consellerías de distinto color político en el bipartito, lo que le sirve de argumento para anularla. En lo que se refiere a las disposiciones técnicas, Territorio ya sabe lo que mantendrá del decreto, pero todavía no tiene muy claro qué va a cambiar ni en qué sentido. Los aspectos que suponen "una mejora efectiva" de la calidad de la vivienda, según la consellería, pervivirán en la nueva normativa. Es el caso del ancho de los pasillos, que se mantiene en un metro, y de las puertas interiores, de 83 centímetros. También se conservan las exigencias de dimensión de las piezas de acceso a las casas, en las que podrá inscribirse un círculo de 1,5 metros de diámetro. Las dimensiones de los baños deberán tener una superficie mínima de cinco metros y distancia mínima entre paredes enfrentadas de 1,6 metros, igual que hasta ahora. Los tendales deberán contar con iluminación y ventilación desde espacios exteriores o patios de luces, y no podrán ser vistos desde la calle. También se salvan de los cambios las dimensiones de las plazas de garaje y de sus accesos. Todo lo demás está en revisión, incluida la dimensión mínima de las viviendas. Antes de que las Normas do Hábitat entraran en vigor, el 17 de abril de 2008, casas y pisos de nueva construcción debían tener al menos 26 metros cuadrados. El decreto de Táboas elevó el umbral a 40, una medida censurada por el PP. En las críticas de los populares se incluían las exigencias respecto a las dimensiones de las puertas, calificada por su diputada Pilar Rojo de "maniobra del nacionalismo gallego para fijar marcas diferenciales respecto al conjunto del Estado". La exigencia también supondría "un sobrecoste añadido".

Freno a los visados

Del mismo modo que la entrada en vigor de las Normas del Hábitat provocó una avalancha de proyectos constructivos, visados con anterioridad al 17 de abril de 2008 para eludir sus exigencias, el anuncio de su revisión está teniendo el efecto contrario. El freno llega en un contexto de brusca caída del número de viviendas visadas, que el Colegio de Arquitectos cifra en un 57% en el primer semestre del año, en comparación con el mismo período de 2008.

Mientras que en 2007 el Colegio de Arquitectos visaba 3.160 viviendas mensuales, 2008 marcó un punto de inflexión, para bajar a sólo 1.700. En lo que va de año, la caída ha continuado hasta situarse en 730 viviendas visadas mensualmente. En el primer semestre se visaron en Galicia 4.369 viviendas, un 57% menos que en 2008 y un 77% menos que en 2007.

El aluvión de viviendas que se visaron en las semanas previas a la entrada en vigor de las Normas aún tiene consecuencias. El Colegio de Arquitectos tramita en la actualidad un elevado número de expedientes de reforma de aquellos proyectos. No se trata de adaptaciones a las exigencias del decreto de la Consellería de Vivenda, sino que son "consecuencia de las prisas con que se tramitaron en su momento", según el colegio oficial.

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