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Los alcaldes castigarán a Urbaser por el paro de limpieza

Dos semanas después del inicio de la huelga de basuras en Ponte Caldelas, Soutomaior y Vilaboa, los respectivos gobiernos locales empiezan a moverse para presionar económicamente a la empresa Urbaser, cuyos responsables se niegan a sentarse a negociar con los trabajadores un nuevo convenio colectivo. El alcalde de Ponte Caldelas, Perfecto Rodríguez (PP), avisó ayer de que reducirá la factura que el municipio abona a la empresa en proporción a los días en que el servicio lleva afectado.

"No pueden estar cobrando la misma cantidad", aseguró el regidor, que entiende que el propio pliego de condiciones que regula la concesión ya plantea recortes para supuestos de este tipo. El alcalde de Vilaboa, José Luis Poceiro (PSOE), también es partidario de que el paro repercuta sobre los ingresos de la empresa, pero está pendiente de un análisis del contrato en la localidad para ver hasta qué punto se pueden recortar los pagos. En Soutomaior se abrió expediente a la empresa por no realizar la recogida, según comunicó un responsable municipal a UGT, el sindicato mayoritario en el comité de empresa.

De fondo subyace el rechazo de los alcaldes a que la compañía busque que la mejora de las condiciones salariales de los trabajadores en un futuro nuevo convenio repercuta en las arcas locales, tal y como viene alertando desde el inicio de la huelga el sindicato.

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