_
_
_
_
_

El aparejador de Tui lleva 20 años empadronado en un museo

Hizo campaña con el alcalde y arrastra imputaciones judiciales

José María Melero González, aparejador municipal de Tui, ha estado empadronado en el Museo Diocesano de la localidad durante 20 años, hasta que presentó la hoja de su nuevo empadronamiento en Vigo el miércoles. Un día antes, este periódico se había interesado por su situación al respecto. Los ayuntamientos están obligados por ley a realizar "sistemáticamente operaciones de control" para mantener actualizados sus padrones "de modo que los datos de estos concuerden con la realidad". Es evidente que en Tui han descuidado esa tarea.

El padrón municipal tiene una incidencia directa en la administración de los recursos socioeconómicos. Y también en las elecciones. En el número 1 de la Praza do Concello de Tui, que se corresponde con la casa consistorial, está empadronada la viuda y dos hijos de un antiguo empleado municipal que siempre vivió, con su familia, en Tomiño. En el número 2 de la misma plaza, el Museo Diocesano, lo ha estado hasta el miércoles y desde 1991, José María Melero. También figura como domicilio de su pareja, Olga Calderón Miranda, y de su hijo, José Hipólito Melero Currás, arquitecto. El miércoles aún seguían en las mismas y, tanto en un edificio como en otro, lo más próximo al hábitat residencial son los belenes artísticos del museo.

La informática le resbala, sigue realizando sus informes a lápiz

"Estoy empadronado en Vigo", respondió José María Melero con tono contundente momentos después de presentar en el ayuntamiento tudense el documento que lo certificaba. ¿Cómo explicar entonces que también estuviera empadronado en el Museo Diocesano?: "Son cosas particulares que no tengo por qué contestar". El aparejador Melero ha marcado su ya larga carrera con numerosos problemas de relación con sus propios documentos. Su desembarco profesional fue en Vigo, contratado por el ayuntamiento.

Unos meses después dejaba el puesto, perseguido por una denuncia que le acusaba de autorizar con un informe una construcción en zona verde. Melero siguió viviendo en Vigo, pero se hizo con la plaza de Tui, donde ejerce como aparejador municipal desde hace 41 años.

Los desarrollos de la informática como herramienta de la profesión le han resbalado todos. Melero sigue realizando sus informes a lápiz, que permite fácil corrección, incluso la desaparición del contenido. Es lo que sucede con el expediente de unas viviendas de la avenida de la Concordia, que aumentaron en altura el doble de lo permitido. Unos vecinos llevan semanas tratando inútilmente de consultar el expediente de la obra. Han comprobado que la legalidad de esas viviendas la establece un informe de Melero, escrito a lápiz y que ahora aparece totalmente borrado, salvo su firma. El aparejador fue condenado en 2001 por la Audiencia Provincial por falsedad documental: certificó en falso la existencia de una casa aún en construcción. El martes prestó declaración como imputado por prevaricación al intentar, con un informe, parar la demolición parcial de una casa.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

En las últimas elecciones locales el aparejador hizo campaña con el actual alcalde, Fernández Rocha, quien escuda casi todas las ilegalidades que se le imputan en los informes de su aparejador. Ambos están imputados por prevaricación, cohecho, tráfico de influencias, delito contra la ordenación del territorio y el patrimonio histórico, por modificar aspectos de la normativa municipal, favoreciendo a una empresa de la que es apoderado el regidor. En febrero de 2009, cuando Melero cumplió la edad de jubilación, el alcalde le prorrogó cinco años más su contrato.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_