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Un bosque de Lugo, modelo de lucha contra el fuego para la industria forestal

Tras un gran incendio en 1987, más de 500 dueños realizan una concentración parcelaria

En 1987 ardió por última vez. Desde entonces, los propietarios de casi 11.500 fincas de los montes de Trabada (Lugo) llevan 18 años realizando la mayor concentración parcelaria de Galicia. Ya han logrado reunir 20 millones de metros cuadrados de bosques que la industria forestal pone como modelo de explotación. Sus propietarios (más de 500) han invertido 8 millones de euros y obtendrán un rendimiento de 1 millón de euros por año. Están realizando la primera corta de árboles. Se ha convertido en un bosque muy rentable. Y no ha vuelto a arder.

El proceso de concentración de los bosques de Trabada se inició en 1989, bajo el liderazgo de Maderas Villapol, la mayor industria del municipio lucense. "Llevamos hechas tres concentraciones y está a punto de terminar una última concentración gestionada por la Administración. No ha habido ni un recurso y todas las concentraciones terminaron con una fiesta final", explica Daniel Villapol, presidente de la empresa maderera que lideró el proceso.

Aunque no fue fácil poner de acuerdo a 534 propietarios de más de 11.000 pequeños trozos de monte, la mayoría se convencieron por la rentabilidad de la operación. En el peor de los casos, cada propietario ha triplicado el rendimiento de su bosque. El proyecto consiste en la plantación masiva y ordenada de un bosque industrial de eucalipto, con partes dedicadas a pinares, robles, cerezos y castaños. Las 2.285 hectáreas ordenadas incluyen zonas de ocio, caza, pistas de acceso, cortafuegos y puntos de toma de agua.

"Hay que tocar madera, pero desde que empezamos a ordenar los montes en 1987 no hemos vuelto a tener un incendio", explica el presidente de Maderas Villapol.

Trabada es uno de los municipios lindantes con Asturias, a lomos de la Mariña lucense. "Es un ejemplo que queremos replicar en toda Galicia, porque permite fijar población rural, da rentabilidad al bosque y es el mejor combate contra los incendios", subraya Ana Oróns, secretaria de la patronal de aserradores y compradores de madera. "Vienen de otras partes de España y Portugal a conocer el modelo Trabada porque es la solución para resolver el abandono de los bosques", expone Belén Varela, gerente del Clúster de la Madera de Galicia.

Lo más novedoso del proyecto es que la mayor parte de los eucaliptos no se triturarán (para celulosa o aglomerado), sino que se convertirán en madera maciza para muebles, puertas y ventanas. "Lo mejor de este tipo de procesos es que quien tenga madera va a venderla, porque va a aumentar la demanda", analiza Juan Picos, director de la Asociación Galega Monte Industria.

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Un 40% de los propietarios que han firmado el proyecto ni vivían en Trabada, ni se dedicaban a la actividad forestal.

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