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La concesionaria del auditorio de Vigo fijó unos costes desfasados

Los arquitectos no valoraron la obra en el proyecto básico de 2006

La valoración del proyecto básico del auditorio de Vigo fue realizada por la concesionaria Pazo de Congresos, S A, y no por los arquitectos que lo realizaron, lo que explicaría el desfase de 70 millones de euros entre ese proyecto y el constructivo, presentado el pasado lunes. El director general de Caixanova, José Luis Pego, que lidera con Sacyr la UTE Pazo de Congresos, descartó ayer asumir el coste final de 154,5 millones de euros.

Los representantes de Pazo de Congresos (Sacyr, Puentes y Calzadas y Caixanova) analizaron ayer con el alcalde de Vigo, Abel Caballero, la situación creada por el desfase presupuestario de las obras del auditorio según el proyecto de César Portela e Idom Ingeniería. Mientras que el proyecto básico las cifraba en 85,7 millones, el constructivo las eleva a 154,5 millones. La concesionaria, según expresó José Luis Pego al término de la reunión, pondrá de su parte lo necesario para que la ciudad cuente con el auditorio en el plazo más breve posible, pero "el proyecto tiene que ser rentable y viable en los términos previstos", añadió.

El proyecto será analizado por los técnicos para dilucidar en un plazo de diez días "el precio justo" de la obra, para la que en ningún caso se habilitarán más recursos públicos adicionales, según aseguró el alcalde, pese a reconocer que "ya sabemos que la cifra va a ser sustancialmente superior a la prevista". Caballero quiere saber "exactamente cuánto" para, a partir de ahí, articular una salida a la situación. "El proyecto se va a realizar con las calidades establecidas" en el pliego de condiciones, aseguró.

Los arquitectos realizaron el proyecto inicial sin presupuesto, sólo con la hoja de ruta de los metros cuadrados a construir y una exigencia de calidad en los materiales. Esta calidad y sus costes fueron fijados en el anteproyecto que realizaron posteriormente, en 2004, y que los arquitectos, según ha sabido este periódico, mantendrán "contra viento y marea" por la condición emblemática de la construcción, en un lugar privilegiado del litoral urbano vigués; por el alto grado de incidencia de la corrosión de materiales en ese emplazamiento y por la voluntad de que el complejo esté en buen uso cuando finalice la explotación de la concesionaria y revierta a propiedad pública dentro de 35 años.

La construcción de los 90.000 metros cuadrados del complejo, si se excluye su equipamiento, sale a unos 1.100 euros el metro cuadrado, un precio de mercado "normalísimo". Los incrementos vendrían dados, sobre todo, por el equipamiento escénico del auditorio con tecnología audiovisual de última generación, que eleva su coste en un 15%; por la subida drástica en los últimos años del precio del acero, que es el material más determinante de la obra y que por sí solo la encarece en más de 20 millones con respecto a 2004; y por los 11 millones a mayores que supone la concreción de los 13.000 metros cuadrados que en el anteproyecto figuraban vagamente como "uso comercial" y que ahora dan cabida al hotel, que ha pasado de 120 a 190 habitaciones, con su complemento de ascensores y demás elementos, más restaurantes y salas de exposiciones. El IPC y otros factores imprevistos de la obra pondrían el resto.

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