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La crisis del naval lleva al cierre a 200 empresas

María Fernández

Las entregas de barcos contratados hace dos o más años no dejan ver la sangría que está provocando la crisis en la industria naval. Lo dice CIG, el principal actor sindical en los talleres de la comarca de Vigo. La peor parte se la llevan las empresas auxiliares, medianas o pequeñas sociedades que están soportando los impagos de unos astilleros que asisten impotentes a la falta de contratos. En el último año y medio han desaparecido 200 de las cerca de 270 que había. De 10.500 trabajadores empleados al mismo tiempo en las etapas de bonanza, "ahora no quedan ni 2.500", según el secretario comarcal, Serafín Otero.

La actividad en Freire y Metalships es baja, pero podría salvar los muebles este año y el próximo. Barreras está entre dos aguas. Con un ERE temporal en marcha, todavía no ha firmado los encargos de la naviera Armas para construir dos ferrys que generarán una factura de 175 millones cada uno. Lo mismo le ocurre con un barco auxiliar para una plataforma petrolífera del Golfo de México. Ultima otros cuatro proyectos para otoño, pero en tres meses entregará sus dos últimos encargos cerrados.

Más complicado lo tiene otro de los grandes, Vulcano, en pleno concurso de acreedores y con un único pedido que facturará en verano. Armón, Armada y Cardama, según el sindicato, "se mantienen, pero no están mucho mejor". Un poco más allá de la ría de Vigo, Factoría Naval de Marín atraviesa "una crisis de falta de dirección con una preocupante deuda con las auxiliares".

Protesta en abril

La respiración asistida en forma de avales que han insuflado la Consellería de Industria y la sociedad Pymar al sector es, según la central nacionalista, "insuficiente" para atajar la falta de financiación. "El panorama es tan desolador que dentro de poco solo van a quedar las empresas de furgoneta y móvil, aquellas que son justo las que queremos que desaparezcan", asegura César Rodríguez, responsable del naval de CIG. El próximo 14 de abril han convocado una manifestación en defensa del sector que recorrerá Vigo. Pedirán más ayudas públicas para una comarca de la que depende una buena parte de la construcción naval privada española. "La cadena de trabajo está rota y se ha abierto una guerra de precios que no es la solución", advierten. La salida, en todo caso, no llegará hasta que vuelvan a firmarse contratos.

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Sobre la firma

María Fernández
Redactora del diario EL PAÍS desde 2008. Ha trabajado en la delegación de Galicia, en Nacional y actualmente en la sección de Economía, dentro del suplemento NEGOCIOS. Ha sido durante cinco años profesora de narrativas digitales del Máster que imparte el periódico en colaboración con la UAM y tiene formación de posgrado en economía.

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