El depósito de 20.000 toneladas de residuos tóxicos se abrió sin licencia
Las escorias de Ferroatlántica se acumularon en una vieja cantera de Carballo
Durante cinco meses, a principios de 2006, diez camiones diarios depositaron en una cantera abandonada de Brea, en Carballo, residuos procedentes de la fábrica de Ferroatlántica en Cee. Según un informe de la Consellería de Pesca, que analizó los vertidos de la misma factoría en la ría de Corcubión, los desperdicios contienen hidrocarburos cancerígenos de elevada toxicidad. Los vecinos sospechan que las 20.000 toneladas siguen depositadas en la cantera. La Audiencia Provincial de A Coruña acaba de admitir a trámite su petición de que se compruebe.
La decisión judicial permite reabrir un caso que sigue la vía judicial desde el mismo año 2006, cuando los vecinos de la cantera, alarmados por el constante trasiego de camiones desde la fábrica de la empresa de Juan Miguel Villar Mir a la cantera de Santa Lucía, presentaron denuncia. La sustitución del titular del juzgado de Carballo que instruía el caso supuso un carpetazo al asunto, que ahora retoma la Audiencia Provincial.
Los responsables de Ferroa- tlántica no niegan que las escorias que se enterraron en la cantera procedan de su fábrica de Cee, pero creen que en todo caso la responsabilidad no es suya, sino del gestor de residuos al que les fueron vendidas para su tratamiento. También alegan que los desechos tienen la consideración de inertes, por lo que no los consideran peligrosos. Se trata, sin embargo, de los mismos materiales que provocaron el cierre al marisqueo durante siete meses de la ría de Corcubión. Los análisis realizados por el Centro de Control del Medio Marino, de la Consellería de Pesca, detectaron "la presencia de hidrocarburos aromáticos policíclicos en elevadas concentraciones en las escorias de Ferroatlántica". Son sustancias cancerígenas de elevada toxicidad "que excluyen la clasificación de los residuos como inertes", según el abogado de los vecinos de Brea.
El representante legal de los vecinos considera incompatible la consideración de inertes con la exigencia de Medio Ambiente de que los residuos se depositen "en condiciones que impidan la posible afección al medio". Sostiene además que la clasificación como inertes se desvirtúa a raíz de los análisis de Pesca en la ría de Corcubión.
Ferroatlántica contrató con la empresa Desguaces Lema la gestión de sus residuos, que se comenzaron a acumular en la cantera de Santa Lucía, en Brea. Augas de Galicia constató un vertido no autorizado al dominio público hidráulico. También la patrulla del Seprona de la Guardia Civil denunció en un informe distintas irregularidades, como la de carecer de autorización, de informe de impacto ambiental y de permiso municipal, por lo que el Ayuntamiento de Carballo decretó el cese inmediato de la actividad el 2 de junio de 2006. La Consellería de Medio Ambiente, mientras, consideró que el depósito incumplía la normativa administrativa, y exigió a Desguaces Lema que aclarase la gestión llevada a cabo de los residuos.
Peligro para la salud
Además del incumplimiento de la legalidad administrativa, los vecinos reclaman al juez que determine si los depósitos son constitutivos de un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente, basándose en el "grave perjuicio al equilibrio de los sistemas naturales" y "a la salud de las personas".
La cantidad de escorias entregadas por Ferroatlántica a Desguaces Lema asciende a 19.972 toneladas entre diciembre de 2005 y mayo de 2006, cuando se ordenó a la empresa la retirada de los residuos. Las sospechas de que esos materiales siguen allí las confirmó el propietario del gestor de los residuos, José Antonio Lema. "No retiré las escorias, no tenía por qué", aseguró a este periódico.
"El monte es mío"
"El monte es mío, ¿qué quieren, que se lo regale?". El propietario de Desguaces Lema, José Antonio Lema, se declara "harto" de los vecinos de Brea, "que llevan cuatro años con esta historia". Asegura que no sólo ha actuado siempre conforme a la ley, sino que ha dejado la cantera abandonada, que compró hace cuatro años, "como una rosa". "Yo vivo ahí al lado, no iba a contaminarme a mí mismo", expone.
Lema no sabe la cantidad exacta que depositó en la cantera. "Dicen que son 20.000 toneladas, ellos sabrán, yo tendría que verlo en los papeles". Asegura que retiró los residuos de la construcción, pero no las escorias. "Están allí, en las pistas, con la correspondiente autorización de la Consellería de Medio Ambiente", afirma. "No tengo por qué retirarlas", añade el empresario. Lema se declara "gestor intermediario", de forma que no se hace responsable de la gestión de los residuos que puedan merecer un tratamiento especial. "Yo los saco de la fábrica y los traslado a donde puedan ser tratados", afirma. En el caso de los de Ferroatlántica, de los que se sigue encargando, por lo general se trasladan para compactar carreteras y caminos. "Es lo que autoriza la ley, aunque si hubiera una ley de verdad, todo este lío con los vecinos no me estaría pasando".
