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La campaña | ELECCIONES 2009

El desfile de los desencantados

Más de 3.000 personas recriminan al bipartito en Santiago su ordenación del territorio o su política ambiental

En el caso de que exista una izquierda de la izquierda en Galicia, ayer desfiló por las calles de Santiago de Compostela. Y lo hizo en torno a las reivindicaciones ambientalistas de la red Galiza non se vende y de las dos únicas consignas coreadas al unísono por los casi 4.000 manifestantes: "Goberne quen goberne / Galiza non se vende" y, en un quiebro histórico que suma el BNG al enemigo, "Bloque, PSOE, PP / a mesma merda é". "Después del 1 de marzo, el Gobierno tendrá que atender a la demanda social de ordenación del territorio", resumió Alexandre Carrodeguas, activista del Comité Cidadán de Emerxencia para a Ría de Ferrol.

A dos semanas de las elecciones, la protesta de ayer sacó al espacio público una lista de agravios. Junto a las ya reconocibles banderas contra la gasificadora de la ría de Ferrol aparecieron fajas contra el tren de alta velocidad, la plataforma contra la Cidade da Cultura o la oposición al Plan Acuícola. El desencanto con la gestión de la Xunta bipartita suele planear sobre las convocatorias de Galiza non se vende. Para la coordinadora de Esquerda Unida, Yolanda Díaz, se trató "de una movilización necesaria, después de 16 años de fraguismo y casi cuatro de bipartito". "Ecológicamente, el PSdeG y el BNG han hecho cosas que no hizo Fraga", afirmó, "ahí está la segunda Sogama en Ribadavia, un desarrollo del transporte sólo por autovías o la privatización del viento".

"Bloque, PSOE, PP, a mesma merda é", corearon seguido los manifestantes
A dos semanas de las elecciones, una lista de agravios al medio salió a la calle

El de Díaz no fue el único partido que se sumó a una marcha menos concurrida que la de hace un año, cuando Galiza non se vende llevó a 15.000 personas a la plaza de A Quintana. Casi todo lo que se mueve más allá de PSdeG y BNG, o incluso dentro de éste último, se personó ayer en la manifestación, aun sin símbolos partidarios según acuerdo previo. Organizaciones con candidatos -Frente Popular Galega o Nós-UP-, o sin él -Sindicato Labrego Galego, CNT-, se disputaban el hueco que, temen las fuerzas de la coalición gubernamental, puede ocupar el tan agitado fantasma de la abstención.

"Estas movilizaciones nunca benefician a la derecha", dejó claro la secretaria general del Sindicato Labrego, Carmen Freire, "eso es sólo tratar de confundir, porque la derecha fue la que puso en marcha la venta de este país". Los agraristas, históricamente cercanos al nacionalismo del BNG, se muestran especialmente críticos con la construcción de "macropiscifactorías" o con la introducción de los cultivos transgénicos. Tampoco el Plan de Ordenación da Minería ha satisfecho sus expectativas. "Es una barbaridad hacer actuaciones en el suelo", explica un ganadero afectado de Terra Cha, "anteponen los intereses de las industrias".

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Toda la galaxia de agresiones al medio, y en el país con más núcleos de población de Europa son abundantes, fue enumerada en la lectura del comunicado de la red bajo el sol invernal de A Quintana. Listas de ríos y lugares costeros, sierras y montes, afloraron en un texto que habló de "la crisis energética y económica que vive el planeta y ante la que este Gobierno actúa como si no pasase nada" y que denunció "la senda imposible del crecimiento económico continuado". "El sistema está muerto", clamaron desde lo alto de las escaleras de la plaza compostelana, "que se enteren de una vez, el capitalismo ha muerto".

Disuelta la manifestación casi a las dos de la tarde, reapareció el ridiculismo. A medio camino entre la sátira teatral y la performance, un autondenominado Bloque Socialista Popular irrumpió al grito de "ninguna ría / sin piscifactoría" o "más corrupción / para esta nación". Repartieron su programa político, en el que, entre otras propuestas, figura el "triple plan de viabilidad para las rías gallegas: una piscifactría, una planta de gas y un puerto deportivo" o el "traslado anual de la planta de Ence por todas las rías", y se fueron con su himno oficioso, La yenka: "Izquierda, derecha, delante, atrás".

La Sala Nasa acogió, ya por la tarde de ayer, la Caravana Galiza non se vende, con conciertos de The Homens, Quempallou, Dakidarría e Os da Ría.

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