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Reportaje:

El desorden de Vigozoo

El zoológico es ilegal y sigue sin licencia municipal después de cuarenta años

Han pasado 12 años desde que se aprobó la directiva europea que regulaba el mantenimiento de animales salvajes en núcleos zoológicos y ocho desde que esta normativa se traspuso a ley. Después de este tiempo, Vigozoo todavía no tiene licencia municipal de actividad como parque zoológico y sigue incumpliendo la ley el año en el que cumple su 40º aniversario. Las obras que se han realizado para adaptar el zoo a la nueva ley costaron un millón de euros. Aún así, serán necesarias más reformas porque todavía hay instalaciones que no se pueden abrir al público. "Adaptarlo a la ley supondría unos gastos que en mi opinión son un despilfarro", explica Antón Lois, activista del grupo Amigos da Terra.

Los linces no sirven para los programas de cría porque son hermanos

Desde el Ayuntamiento se ha intentado mostrar una imagen de Vigozoo que parece no corresponderse con la realidad. De un tiempo a esta parte, los esfuerzos de la concejala de Medio Ambiente, Chus Lago, se han centrado en destacar que el zoo "es legal" aunque "faltan cuestiones de papeleo". Este argumento queda desbotado al acceder a los informes de las últimas inspecciones, en los que se concreta que todavía no se cumple la ley aprobada en octubre del 2003. Los atropellos se han venido repitiendo a lo largo de los años. Si en octubre del 2009 en la inspección de la Xunta se advertía que la cebra de Vigozoo estaba sola siendo una especie que vive en manada, en diciembre de ese mismo año Lago ya se había encargado de buscarle dos compañeras en un zoo de Portugal. El problema era que a la concejala no se le ocurrió comprobar que fuesen de la misma subespecie. En poco tiempo compartirán espacio en Vigozoo, aunque habrá que tener mucho cuidado para evitar la hibridación entre ellas. Todo es muy confuso en torno a Vigozoo. Mientras Lago anuncia que colaboran en la conservación del lince europeo, Amigos da Terra explica que los dos ejemplares de lince son hermanos y, por lo tanto, no pueden procrear. De hecho, en los informes de la Xunta se le advierte a los cuidadores de que los linces que pretendían someter un programa de conservación tenían la misma madre y habían nacido el mismo día.

La última inspección tuvo lugar en enero de este año cuando se solicitó entre otros documentos que, en un plazo de seis meses, se presentase la licencia municipal de actividad como parque zoológico. Se lleva pidiendo desde el 2008, pero las instalaciones todavía no cuentan con la autorización del Ayuntamiento, lo que impide que Vigozoo aparezca de forma definitiva en el registro de establecimientos con animales en cautividad de Galicia. La Consellería de Medio Rural, por su parte, ha concedido prórrogas de seis meses para entregar el documento y realizar otros acondicionamientos durante todo este tiempo. EL PAÍS se puso en contacto con esta consellería y se negaron a explicar el motivo por el que se han concedido tantos plazos a Vigozoo. "Se trata de una discriminación positiva a las Administraciones", se queja Montse Valencia, abogada de Amigos da Terra. Según Lago, no es necesario que el zoo tenga una licencia de actividad, "basta con entregar unos planes de seguridad, es absurdo que el Ayuntamiento se otorgue permiso a sí mismo". El mismo argumento usó la concejala con la Dirección Xeral de Natureza ya en el 2008, a lo que la Xunta respondió que sí debía presentar la licencia, tal y como lo reflejaba la normativa sobre actividades insalubres y peligrosas ejecutadas por las Administraciones públicas. "Probablemente en el propio Ayuntamiento haya algún arquitecto diligente que se niega a entregar la licencia. Esto significa que no garantiza la seguridad del zoo", explican en Amigos da Terra.

Uno de los argumentos a los que ha recurrido Vigozoo para justificar su existencia es su colaboración en la conservación de ciertas especies. La última noticia que se tuvo de estos programas fue también polémica. En septiembre, Chus Lago posaba junto al alcalde, Abel Caballero, para anunciar que un buitre leonado nacido en Vigozoo sería criado dentro de un programa de reinserción en la naturaleza. Amigos da Terra denunció que el buitre había sido "domesticado, haciéndolo irrecuperable para su liberación". Hace algunas semanas trasladaron al buitre a Mallorca para prepararlo antes de ponerlo en libertad, aunque el hecho de que se desconvocase a la prensa para despedir al animal no hace más que alimentar la polémica.

El "regalo envenenado" que deja Chus Lago al próximo edil de Medio Ambiente está cargado de compromisos que supondrán una fuente de problemas en los próximos años, según explica Lois. Deja en herencia la "prolongación de un sinsentido", la ilusión un "gran zoo gallego", en lugar de reconvertirlo en un centro de recuperación de especies autóctonas.

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