Las deudas de un hotel de lujo creado con ayudas de la Xunta golpean Lemos
La empresa debe alrededor de un millón de euros a proveedores locales
"Hemos realizado un esfuerzo descomunal, pasamos por un momento de dificultad puntual, pero afrontaremos todos los compromisos económicos que tenemos adquiridos". De esta forma ha querido tranquilizar Alvahar 98, la empresa propietaria del hotel de cinco estrellas de gran lujo, a los acreedores de la comarca del Lemos (Lugo) que sufren retrasos en los pagos y dificultades para negociar los pagarés que han recibido. El establecimiento se abrió el año pasado con ayudas de la Xunta para revitalizar la comarca, pero ahora sus deudas han puesto en apuros a empresas de la zona.
El portavoz y consejero de la compañía, Santiago González, defiende la apuesta personal que ha realizado en este proyecto el máximo responsable de la empresa, radicada en Madrid, Alberto Vaquero. La inversión alcanza los nueve millones de euros y la compañía asegura no saber la cantidad exacta a la que asciende la deuda aunque sostiene que no supera el 15% de lo invertido, lo que supondría 1,3 millones de euros. Pese a los impagos, la sociedad no duda en calificar la situación como "un éxito profesional", porque, aseguran, dota a la zona de A Ribeira Sacra de uno de los tres mejores hoteles de estas características de Europa, levantado sobre las ruinas de un edificio palaciego en Sober cuyo origen radica en siglo VII. El PSdeG también calcula que la deuda ronda el millón euros.
La firma madrileña admite los impagos pero califica el proyecto de "éxito"
El Instituto Galego de Promoción Económica (Igape) ha facilitado un préstamo del Banco Europeo de Inversiones de 2,5 millones de euros, que ahora se está devolviendo con los correspondientes intereses, y a la propiedad le falta por recibir una subvención, también de la Xunta, de 1,3 millones de euros, que es donde, explica Alvahar 98, radican parte de los problemas de liquidez.
"Todos los que se quejan pueden estar absolutamente seguros de que van a cobrar", reitera el portavoz de la empresa, quien también asegura que actualmente los 34 trabajadores de la infraestructura hotelera están al día en el cobro de sus nóminas y que la sociedad estudia acometer un segundo proyecto en la zona.
De momento, la ocupación del hotel va con altibajos, pero en la empresa no están alarmados. "Todos los indicadores establecen que una dotación hotelera, de cualquiera naturaleza, puede tardar entre año y medio y dos años en consolidarse", esgrimen. "Es una pena que un edificio histórico que no era más que un montón de piedras y se ha rehabilitado se quiera convertir ahora en un problema", lamenta la empresa deudora.
En el otro lado están los acreedores de la zona. Son, sobre todo, proveedores que, en algún caso, dicen estar al límite de sus posibilidades por los impagos. "Nosotros fuimos cobrando algo, pero todavía nos adeudan más de 40.000 euros", atestigua uno de los empresarios que en su día aportó materiales para la construcción de la infraestructura, a la que le ve un futuro "poco claro". Este industrial asegura que su empresa no quebrará por esta deuda, pero afirma que hay otra sociedad que tiene pendientes de cobro unos 200.000 euros y que está en una situación "bastante más complicada".
La mayor parte de los acreedores disponen de pagarés que vencen en mayo. A día de hoy no los pueden negociar con los bancos porque estos "no se fían", por lo que esperarán a su vencimiento y luego, al menos en algún caso, si persiste la deuda recurrirán a la vía judicial. "Estamos esperando", avisan. Mientras dura la espera, desde Alvahar 98 insisten en que es un caso puntual "de falta de tesorería" vinculado a la actual coyuntura económica. A modo de aval apelan a 40 años de "solvencia empresarial" y tranquilizan: "No estamos en quiebra".
