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Una empresa camufla como voluntarias bajas de inmigrantes

La constructora Eshor, con sede en Fene, camufla como voluntarias bajas por enfermedad o accidente de trabajadores inmigrantes. Así lo denunció ayer la CIG, que aseguró que la empresa contrata en países como Ecuador, Perú o Marruecos, donde rigen convenios con el Gobierno central, para percibir bonificaciones del Ministerio de Trabajo. Eshor obliga a firmar bajas voluntarias, que hace efectivas cuando los trabajadores caen enfermos o sufren un accidente laboral, renunciando así a sus derechos.

La empresa negó ayer las acusaciones de la CIG de camuflar las bajas como voluntarias. El sindicato nacionalista, en cambio, insiste. "Quieren superar la crisis del ladrillo a base de esclavizar a los inmigrantes", aseguró el secretario comarcal de la CIG en Ferrol, Xesús Anxo López Pintos. "Eshor practica un esclavismo total, con manipulación y amenazas a los operarios, mientras la Inspección de Trabajo mira para otro lado", añadió. "Los seleccionan en África y Latinoamérica, les aseguran que tendrán alojamiento, que les descontarían de la nómina, y un contrato indefinido", explican desde la CIG, "pero no les dicen que entre los papeles que firman está la renuncia a sus derechos. Al menor problema, los dejan sin nada, lejos de sus países y sin cobrar".

José Pablo Marcatoma, ecuatoriano de 37 años, llegó a España hace dos meses con un contrato con Eshor en la maleta. En marzo, trabajaba como encofrador en una obra en Zamora y sufrió una amputación en un dedo. "Tuve mala suerte. Llevaba once días, cortaba madera y perdí un dedo. Denuncié a la empresa porque no me pagaban y me habían dado de baja en la Seguridad Social", explica por teléfono. "El martes pasado me pidieron que firmara un papel para retirar la denuncia y me prometieron que me darían trabajo de nuevo. Cobré marzo, pero no abril. No sé si me cogerán de nuevo o es una mentira". Según la CIG, la dirección de la compañía lo coaccionó para que renunciase por escrito a la indemnización que le correspondía con la promesa de un nuevo contrato todavía sin fecha.

Miedo

"Hay más casos, aunque muchos trabajadores no quieren denunciar por miedo. Están atemorizados y necesitan el dinero", asegura Óscar Pérez, delegado de la CIG. "La situación es sangrante y la cifra de bajas voluntarias de esta empresa es totalmente escandalosa". La empresa, una compañía de estructuras de hormigón con más de 400 trabajadores radicada en el polígono industrial de Vilar do Colo (Fene), negó ayer "tajantemente" las acusaciones de la CIG. La responsabiliza de "montar un lío a raíz de haber perdido las elecciones sindicales del pasado miércoles", según Juan José Espiñeira, jefe de Personal de Eshor. Espiñeira asegura que "la escasez de mano de obra" en el sector les obligó a buscarla en el extranjero y anuncia acciones legales contra la CIG "por calumnias".

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