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Un ex taxista estrangula a su mujer en Cangas

Andrés Otero Lorenzo, un taxista jubilado de 67 años, estranguló ayer a su mujer Carmen Fernández Martínez, de 61, en la localidad pontevedresa de Cangas. La investigación judicial apunta a un episodio de violencia machista, el primero con resultado de muerte que se registra en 2008 en Galicia y el octavo registrado en España en apenas 30 días.

Los primeros datos confirman que el matrimonio se enzarzó en una fuerte discusión y, a las 9.30 horas, el marido confesaba el crimen, mediante una llamada a la Guardia Civil. El matrimonio tenía dos hijos que ya no residían en el domicilio conyugal.

El presunto homicida carecía de antecedentes penales. Fuentes policiales confirmaron que no había constancia de ninguna denuncia de malos tratos por parte de su mujer, a la que recientemente le habían diagnosticado una grave enfermedad. Los vecinos más allegados al matrimonio declararon que, aparentemente, ambos mantenían una buena relación y que desconocían qué motivos pudieron desencadenar la tragedia. El detenido, que en su primera declaración ante la Policía Judicial admitió haber estrangulado su mujer, pasará hoy a disposición del Juzgado número 3 de Cangas encargado de las diligencias, que ha ordenado la autopsia de la víctima.

Cotidiano

La corporación de Cangas difundió un comunicado de condena ante "un caso más de barbarie machista" y que lamenta que "este tipo de tragedias se conviertan ya en algo cotidiano". El subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Delfín Fernández, llamó la atención en el hecho de que un porcentaje elevado de asesinatos de mujeres a manos de sus cónyuges de produzca sin denuncias previas, lo que dificulta la protección. "Es doloroso y lamentable que sigan ocurriendo hechos semejantes", apunto.

También la Xunta expresó su "más enérgica repulsa" y remarcó su compromiso de erradicar la violencia de género y buscar soluciones para que "las mujeres puedan ejercer sus derechos como ciudadanas en un Estado democrático". Cangas se despertó ayer con el estruendo de un helicóptero de la Guardia Civil que aterrizaba en las inmediaciones del ayuntamiento. Además del presunto asesinato de la mujer estrangulada, a pocos metros del domicilio de la víctima era localizado el cuerpo sin vida de un joven muerto por sobredosis.

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