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Reportaje:

El explorador de interiores

La Barrié exhibe la obra de George Nelson, emblema del diseño en EE UU

En algún sitio había que guardar o almacenar el sinfín de objetos y utensilios con el que se inundaron los hogares norteamericanos al explosionar el consumo y la economía en los 50, una vez rematada la penuria que siguió a la Segunda Guerra Mundial. ¿Y por qué no aprovechar las paredes de la casa para convertirlas, mediante puertas correderas, en astutos y funcionales armarios?

Así nació la idea revolucionaria del Storage Wall (pared de almacenamiento) con la que el arquitecto y docente de arte, George Nelson, inició en 1944 su carrera de diseñador de muebles. Nelson se convertiría después en una de las figuras más emblemáticas del siglo XX, creando y organizando espacios interiores destinados a la vivienda o al trabajo.

El escenario del debate Nixon-Kruschev está en la Barrié

Iconos de muebles modernos considerados ya todo un clásico como son la silla Coconut, el sofá de pastillas de colores Marshmallow (ambos de 1956), el reloj-pelota sin números (1947) o las Bubbles Lamps (lámparas burbuja, 1952) forman parte de la extensa muestra que, organizada por el prestigioso Vitra Design Museum de Weil am Rhein (Alemania), se abre hoy en la Fundación Barrié de la Maza de A Coruña. Estas 300 piezas diseñadas por Nelson se exhibirán por primera vez en España, en una de las mayores retrospectivas sobre un arquitecto y diseñador que también destacó como publicista, escritor, profesor y organizador de exposiciones.

George Nelson (Connecticut, 1908-Nueva York, 1986) dedicó su vida a crear objetos útiles para la vida cotidiana, tanto doméstica como laboral. Todas sus creaciones, su famosa pared-armario, su visionario escritorio en forma de L o el innovador concepto de su Experimental house (un modelo de vivienda unifamiliar conformada por módulos independientes y sobre pilares que no llegó a construirse en aquella época) se basan en la misma idea que obsesionaba al diseñador: crear sistemas, tanto para la vivienda como en el campo de la arquitectura, que al estar integrados por módulos, permitieran infinitas combinaciones.

Los muebles y objetos expuestos en A Coruña son muchos y variados. Desde sillas, relojes y vajillas, hasta casas para pájaros o tocadiscos, que resultan tan familiares como desconocido puede sonar el nombre de su creador. La obsesión de Nelson por "ir en el diseño de interiores más allá del puro y simple modelado, pensando siempre en buscar lo útil", sus esfuerzos en difundir y acercar el diseño a todos así como en hacerlo más asequible a todos los públicos "hacen que su obra siga siendo hoy de gran actualidad", destacó Jochen Eisenbran, comisario de esta muestra.

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La Fundación Barrié completará esta exposición, hasta el 27 de septiembre, organizando campamentos de verano para niños con múltiples actividades didácticas y talleres para familias además de las habituales visitas guiadas. La educación estética era una de las principales preocupaciones de este precursor del diseño, quien desarrolló una intensa agenda de conferencias reforzadas con audiovisuales (una fórmula, por aquel entonces, pionera de comunicar y enseñar). Nelson fue también un prolífico escritor. Participó en publicaciones como Fortune, Life, Industrial Design o Interiors y Harper's.

Se exhiben también en A Coruña originales de logos, catálogos y anuncios de Nelson, considerado un pionero de la comunicación y la identidad corporativas. Otra de las facetas en las que destacó este diseñador -que contaba entre sus clientes con grandes empresas como Ford, IBM, General Electric, Olivetti o Alcoa- fue en la de organizador de exposiciones.

Parte del Apartamento modelo que se convirtió en histórico por ser escenario del kitchen debate entre Nixon y Krushchev, o el gran paraguas de fibra de vidrio que Nelson ideó para la exhibición americana que se celebró en Moscú en 1959 (en plena guerra fría) podrán verse en la Fundación Barrié. En aquella histórica muestra, el creador, conocido por su gran sentido del humor y su afición por las teorías provocadoras, apareció en televisión con un mordaz discurso sobre el telón de acero, titulado How to kill people. A problem of design (Cómo matar personas. Un problema de diseño).

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