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Una figura de protección hará "intocables" siete tramos de ríos

El plan hidrológico vetará la construcción de minicentrales

Los tramos de ríos a los que no haya llegado la intervención humana podrán protegerse con una nueva figura de conservación que incluirá el plan hidrológico que prepara la Xunta. La llamada reserva natural fluvial es un tipo de protección cuya creación contempla la legislación nacional pero que no se había desarrollado aún en Galicia. El borrador del plan -que llegará en su forma definitiva al Consello de la Xunta en el mes de julio y luego se remitirá para su aprobación al Consejo de Ministros- prevé también la constitución de zonas de especial protección, que tendrán menor grado de conservación.

El texto incluye siete masas de agua para su declaración como reserva natural fluvial y están estudiando otros siete tramos de río para ver si cumplen con los requisitos. Estas zonas serán "prácticamente intocables", según explicó el presidente de Augas de Galicia, Francisco Menéndez, en su comparecencia en comisión parlamentaria. Los tramos que se elijan deberán presentar un muy buen estado ecológico de las aguas, no deberán tener modificaciones morfológicas en el río, no podrá estar regulado el flujo del agua y que no haya presiones humanas significativas en el entorno. En estas áreas "no se autorizarán actividades que puedan afectar a sus condiciones naturales modificando el flujo de las aguas o la morfología de los cauces". Las siete áreas que ya se han valorado son los riachuelos de As Cancelas y Santar (en A Coruña), dos tramos distintos del río Masma (en Lugo), del río Asneiro (en Dozón), el Grovas (en Forcarei) y de Parada de Valdohome (en Fornelos de Montes).

Las reservas fluviales serán áreas en las que no haya habido intervención humana

Las zonas de especial protección admitirán que las características de morfología y estructura del cauce estén un poco modificadas, pero que se conserve el ecosistema de ribera, la diversidad de flora y fauna y la calidad del agua. "Se trata de un grado inferior al interés que tienen las reservas naturales fluviales, pero aún así, merecen una protección diferenciada por sus valores propios", indican desde Augas, por lo que cualquier actuación que les pueda afectar "deberá ser estudiada al detalle". Muchas de las propuestas para ser protegidas por esta figura ya están incluidas en otros registros de conservación, por lo que Augas de Galicia está evaluando la incorporación de tramos de interés medioambiental. Además, los humedales que no se encuentren preservadas por la figura Ramsar también podrán ser considerados zonas de especial protección.

El plan hidrológico -que afecta solo a la cuenca del oeste de Galicia, ya que la del Miño y Sil es competencia del Gobierno central- recogerá la petición unánime del Parlamento gallego de que no se permitan la construcción de 33 minicentrales que el Gobierno de Manuel Fraga aprobó en funciones. Menéndez insistió en varias ocasiones que el texto recogerá el deseo que los tres partidos pusieron por escrito el pasado mes de febrero, como se suponía después de que el Partido Popular le diese su apoyo.

La oposición de PSdeG y BNG criticaron las "numerosas carencias" del borrador en cuanto a estudios que "definan la situación actual", a lo que Menéndez replicó que no hay aún "la serie de datos históricos" que les gustaría tener. El plan, dijo, deberá ser revisado en 2013 y reescrito en 2015, que mejorará la versión actual. Entre las carencias que señalaron, destaca el fijar un caudal ecológico mínimo que tenga en cuenta las características de cada río.

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