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La fraga de Menáncaro ya sufrió una tala ilegal en 2001

Ecologistas y vecinos responsabilizan al concejal Juan Fernández

"¿Quién es el leñador de Menáncaro?" Es la pregunta que se hacen pleno tras pleno, los vecinos afectados por el plan de sectorialización aprobado hace una semana por el gobierno local del PP para urbanizar esta fraga de Ferrol. Las pancartas que portan en todas las movilizaciones recuerdan que la polémica por la construcción de un hotel y 69 viviendas adosadas en la parroquia de Serantes ya viene de lejos.

Los vecinos no olvidan que en la carballeira de Menáncaro se realizó una tala "ilegal" hace seis años y, una vez más, señalan al edil Juan Fernández, socio en el gobierno del PP y propietario del 75% de los terrenos urbanizables, como presunto responsable. "El primer teniente de alcalde taló un bosque de río por falsedades en la autorización, que dijo que era para pinos y eucaliptos" declaró Ignacio Martínez, del colectivo Verdegaia.

Lejos de rendirse tras la aprobación definitiva del proyecto, vecinos y ecologistas advierten que presentarán batalla legal para impedir por todos los medios que se construya en la fraga. Acusan a Juncal de "mentir descaradamente" sobre el proyecto y ya anunciaron que presentarán un recurso de reposición contra el acuerdo plenario que autoriza la urbanización de este espacio natural: "Lo que dice el alcalde es falso. No se respeta la carballeira, se construirá en el corazón de la fraga. Los chalets sustituyen a los carballos". Los vecinos cuentan además con el apoyo explícito de la Xunta, que ya anunció la adopción de las "medidas adecuadas" para la protección de la fraga.

Con todo, los miembros de la Comunidad de Menáncaro, sostienen que en todo este asunto todavía hay muchas zonas oscuras y recuerdan que hace años ya hicieron fracasar un primer intento de acabar con la fraga. Según Adega, en septiembre del 2001 cinco hombres y tres motosierras realizaron una tala "ilegal e indiscriminada" en el bosque de ribera de "la carballeira más antigua y mejor conservada" de Ferrol. "Cortaron decenas de ameneiros y salgueiros", en un espacio natural "único" pero "mal protegido", según Verdegaia.

Tres semanas después, las reiteradas denuncias de los ecologistas y la intervención de la Guardia Civil y de la Policía Local de Ferrol paralizaron la intervención y confiscaron una parte de la madera. La otra mitad todavía puede verse en el suelo de la fraga. Ramón Regueiro, miembro de la Comunidad de Menáncaro, fue testigo de la tala y del transporte de 15 camiones cargados de madera.

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