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Las fuertes lluvias cortan 13 carreteras e inundan la comarca de A Mariña

150 litros por metro cuadrado en Burela, donde el agua dividió el pueblo en dos

"Los regatos eran ríos y los ríos, mares". Así, en palabras del alcalde de Ribadeo, Fernando Suárez, amaneció ayer A Mariña de Lugo, donde las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología de lluvias de entre 40 y 60 litros por metro cuadrado se vieron claramente superadas. Solo en Burela, el municipio más afectado, en las 24 horas de mayor concentración de lluvia se registraron 150 litros por metro cuadrado.

El temporal comenzó a las 22.00 horas del pasado miércoles, instante en el que se decretó la alerta amarilla, y desde entonces no pararon de reproducirse los problemas por toda la costa de Lugo. Casi mil alumnos no pudieron acudir a clase, la línea de FEVE no funcionó en varios puntos, por 12 carreteras provinciales no se puede transitar, también quedó cortada una carretera nacional en Viveiro y en Ribadeo fue necesario evacuar, por precaución, a tres mujeres así como a los animales de una explotación ganadera.La lluvia castigó con tanta virulencia a Burela, que dejó la capitalidad del municipio divida en dos cuando la arteria principal se convirtió en una riada y se sucedieron las inundaciones en bajos, establecimientos comerciales y casas alcanzaron. El nivel de agua alcanzó dos metros de altura tanto en esta localidad como en núcleos de Barreiros, Cervo o Ribadeo.

El alcalde de Burela, Alfredo Llano, ordenó el cierre de los cuatro colegios del municipio, por lo que casi 700 alumnos se tuvieron que quedar en sus casas. Las clases seguirán hoy suspendidas. Otros 205 alumnos de 16 colegios en los municipios de Viveiro, Ribadeo, Xove, Cervo, A Pontenova, Barreiros, Trabada y Ourol tampoco pudieron acudir a clase. Hubo numerosos desprendimientos de tierras y el servicio de Ferrocarriles de Vía Estrecha (FEVE) estuvo interrumpido entre Nois y Cangas de Foz, entre esta última localidad y Burela y en el apeadero de Viveiro.

El monte Castelo de Burela no paró de escupir agua, como si la montaña estuviese reventando, con toda la riada dirigiénse a la villa. Por eso su alcalde confesaba que los vecinos siguen los acontecimientos "con mucha preocupación". Una impresión parecida a la del regidor de Ribadeo, quien habló de "situación lamentable y preocupante", con un problema añadido, la autovía A-8. Según este alcalde, su construcción hizo confluir varios regatos pequeños en unos pocos que ahora "no dan abasto" para llevar tanta agua.

Dos puentes derribados

La tromba de agua tardó poco en llevarse por delante dos puentes en Ribadeo y Barreiros y las bombas de achique se multiplicaron por toda la geografía mariñana, aunque apenas lograban minimizar el impacto del temporal. Hasta la costa se desplazó el conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, para comprobar los efectos del temporal y anunciar que continúa activado el dispositivo que la Axencia Galega de Emerxencias centralizó en Barreiros.

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La Diputación, cuyo presidente, José Ramón Gómez Besteiro también pasó el día en A Mariña, concentró todos sus medios materiales en esta zona, donde mantiene activos 40 operarios y 20 vehículos. El dispositivo continuará en los próximos días, ya que tardará en restablecerse la normalidad. Las predicciones apuntan a que hoy seguirán cayendo lluvias persistentes, aunque con menor intensidad, por debajo de los 40 litros por metro cuadrado.

Carretera destruida por la riada en San Miguel de Reinante, en el municipio lucense de Barreiros.
Carretera destruida por la riada en San Miguel de Reinante, en el municipio lucense de Barreiros.PEDRO AGRELO

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