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El gallego Óliver Laxe, único director español seleccionado en Cannes

Ya se sabía, pero el festival lo hizo oficial ayer en su página web. Todos vós sodes capitáns, el primer largometraje del cineasta coruñés Óliver Laxe, rodado en Tánger (Marruecos), es una de las 22 películas incluidas en la Quincena de Realizadores de Cannes. La sección, fuera de concurso, es el espacio que el certamen francés reserva, desde 1969, para favorecer la eclosión de nuevos autores y apoyar la diversidad cinematográfica. La cinta opta también a la Cámara de Oro, el premio reservado a los mejores debús.

"En la Quincena prima un cine comprometido con el propio cine", resumió Laxe (París, 1982), hijo de emigrantes lugueses, satisfecho "y sobre todo en paz". "A partir de ahora será más fácil hacer mi trabajo". En la misma sección, organizada durante el festival -del 12 al 23 de mayo-, se han visionado algunas de las primeras películas de Fassbinder, Herzog, Jarmusch o Scorsese.

"Mi papel es el del cineasta que instrumentaliza a los niños de la calle"

Es el único director español que presenta película en Cannes, donde en 2009 desfilaron Almodóvar, Coixet y Amenábar. La coproducción La mirada invisible, de Diego Lerman, y el papel de Javier Bardem en Biutiful, la película de Alejandro Iñárritu, completan la representación estatal este año. En lo que respecta a la Quinzainne, los últimos estrenos de autor español -Honor de cavalleria (2006) y El cant dels ocells (2008), del catalán Albert Serra- comparten con el de Laxe la periferia de origen y un presupuesto, en palabras del autor, "irrisorio". "Si esta película hecha con las manos fue escogida en el festival más importante de todos, debería invitar a la reflexión", apuntó Laxe.

Con el título y los créditos en gallego, Todos vós sodes capitáns, filmada en darija -el árabe dialectal marroquí- y con algunos diálogos en francés, es fruto del trabajo de tres años. Desde 2007, Laxe desarrolló en Marruecos, sin guión ni pedagogía previa, Dao byed (luz blanca), un taller de imagen con más de veinte niños excluidos socialmente. Aquella plataforma de creación cinematográfica, en colaboración con la Cinemathèque de Tánger, cristaliza ahora en un blanco y negro de 80 minutos, filmado en 35 mm, "en la que ellos ponen el documental, la vida". "La ficción, el juego", los encarna Laxe, que también actúa.

"Mi papel es el de un cineasta europeo que instrumentaliza a los pobres niños de la calle marroquíes para hacer su película. Y los niños se sublevan, claro", explica.Celebrada su elección en las redes sociales como "o día máis importante do audiovisual galego" -la última película de un director gallego en Cannes es el Pedro Páramo (1966) de Carlos Velo-, Laxe lo toma como ejemplo "de que es bueno arriesgar". "Es interesante saber que la película tendrá casi asegurado su estreno en Francia, pero en Galicia será difícil verla en salas".

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Tras su primer cortometraje, Y las chimeneas decidieron escapar (2006), realizado en Londres, y Suena una trompeta, ahora veo otra cara, homenaje a Tarkovski que Chris Marker decidió incluir en el DVD español de su película Une journée dans la vie d'Andrei Arsenevich, Laxe volvió a Galicia para rodar en Os Ancares Paris#1 (2008), con subvención de la Axencia Audiovisual -al igual que Todos vós...- y premiada en el Filminho y en el Play-Doc de Tui.

"La Quincena es un primer escalón", señaló el crítico de cine Martin Pawley, en la productora de Laxe, Zeitun Films. El recorrido por los festivales de Todos vós... empieza ahora.

El director Óliver Laxe, en Tánger (Marruecos).
El director Óliver Laxe, en Tánger (Marruecos).ÁLVARO REDONDO

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