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Un gobierno dividido por una señal

Un concejal coloca una dirección prohibida para paralizar la marina de Cangas

Una señal de tráfico se ha introducido como cuña en la coalición que gobierna Cangas. No es una señal cualquiera. Prohíbe el tráfico pesado por el camino de tierra de A Congorza hasta Punta Balea, de cuya escollera está previsto que arranque el polémico puerto deportivo que promueve Residencial Marina Atlántica en los terrenos de O Salgueirón. Los vecinos del Foro Social consiguieron paralizar durante más de dos años las obras interponiéndose ante las máquinas que debían realizarlas. Ahora vigilan la señal durante las 24 horas del día como principal garantía legal para sus propósitos.

El puerto deportivo, diseñado por el estudio del arquitecto británico Norman Foster, es la punta de lanza del proyecto para urbanizar -marbellizar, dicen sus detractores- la parcela de O Salgueirón, que albergó el complejo conservero de Massó Hermanos, el vestigio más completo de la arquitectura industrial de Galicia. La urbanización de O Salgueirón, con el apéndice imprescindible del puerto deportivo, fue aprobado en 2004 por el anterior gobierno local del PP mediante un convenio que hoy está descartado en el avance del nuevo plan general de urbanismo y, previamente, en el pacto de las tres fuerzas (BNG, PSdeG y ACE, Alternativa Canguesa de Esquerdas) que gobiernan Cangas.

El indicador fue robado por desconocidos al día de instalarlo
La Guardia Civil intentó retirarla pero se lo ha impedido el edil Mariano Abalo

El asunto, a su vez, está judicializado con varias demandas de diverso cariz. No obstante, a finales de abril volvieron las máquinas a Punta Balea y los vecinos del Foro Social, a intentar pararlas como hicieron entre 2005 y 2007. Esta vez, sin embargo, la Guardia Civil delimitó y precintó la zona de obras. Y en el ayuntamiento empezó a debatirse con harta zozobra la conveniencia o no de intervenir.

Puentes y Calzadas, la empresa que realiza las obras por encargo de Residencial Marina Atlántica, en la que Caixanova ostenta la mayoría del capital, aduce que dispone de los permisos pertinentes de la Autoridad Portuaria de Vigo y, al hilo de esta última refriega, del Servicio Provincial de Costas para usar el camino de A Congorza. Los detractores de las obras niegan la mayor, esto es, la validez de las licencias de la Autoridad Portuaria -toda vez que no existe plan de usos portuarios que las ampare- y defienden las competencias municipales para ordenar el uso de sus caminos, así como para autorizar o prohibir obras en su término, con independencia de que los solares pertenezcan al dominio público de Costas.

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El informe más determinante fue ahora el del arquitecto municipal, Alfonso Lage, que certificó la titularidad municipal del camino, de uso peatonal y sin condiciones para el paso de maquinaria pesada. Desaconseja el tránsito de vehículos desde el punto de vista medioambiental, debido a la proximidad de la laguna de A Congorza y su catalogación como "zona de protección de espacios naturales" y añade a estos reparos la proximidad de las antiguas construcciones, "de gran valor arquitectónico" y cuyos muros y techumbres se hallan en "delicado estado", todo lo cual justifica que sólo se autorice la circulación de "vehículos ligeros relacionados con el salvamento marítimo".

La tibieza de la alcaldesa, Clara Millán (BNG), para prohibir el tráfico o paralizar las obras fue compensada por la determinación del concejal de Urbanismo, Mariano Abalo (ACE), que aún ayer reclamaba a la regidora que delegara en su concejalía las competencias sobre el caso.

Hace unas semanas, y después de muchas dilaciones, se colocó finalmente la señal que prohibió el tráfico de los camiones. Al día siguiente fue robada y los camiones volvieron a trabajar durante cuatro días. Fue lo que duró el vaivén burocrático para reponer la señal, un recurso de gran sutileza si se compara con la obstrucción pura y dura anterior, aunque ahora ya hubo tres detenidos y, por los vertidos de tierra al mar, una nueva denuncia judicial de la Cofradía de Pescadores, que ya tiene otras causas abiertas porque la construcción del puerto deportivo arruinaría un banco marisquero que explota.

La Guardia Civil intentó retirar la señal de tráfico. El concejal Abalo lo impidió invocando la competencia en el asunto de la Policía Local, bajo la autoridad de la concejal Maise Vilas, también de ACE. Bajo el lema de Agora é o momento de paralo, hoy habrá manifestación en Cangas contra el puerto deportivo.

Dos vecinos contrarios al puerto deportivo de Cangas vigilan la entrada junto a la señal de la discordia
Dos vecinos contrarios al puerto deportivo de Cangas vigilan la entrada junto a la señal de la discordiaP. CARBAJO

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