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Reportaje:

La gran muralla de los discapacitados

Vecinos de Lugo comprueban en silla de ruedas las barreras del cercado romano

Los vecinos de Lugo con movilidad reducida exhibieron in situ la "impotencia, la frustración y el miedo" que sienten ante la imposibilidad de acceder a la muralla romana en silla de ruedas. Lo hicieron ayer en un acto público en el que invitaron a ciudadanos sin discapacidades a superar la única rampa de acceso de la que dispone este monumento pétreo que goza de la consideración de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

"Estamos cansados de ver el monumento desde abajo", declaró el responsable de barreras arquitectónicas de Auxilia-Lugo, Aquilino González. Se trata de una asociación que agrupa al colectivo de minusválidos lucenses y que ayer promovió la iniciativa para reivindicar un "Lugo accesible". Un cartel advertía: "Por aquí nos movemos todos".

"Estamos cansados de tener que ver el monumento desde abajo"
Sólo dos personas sin problemas de movilidad lograron subir

Durante dos horas fueron muchos, lucenses y visitantes, los que fracasaron en el intento de superar en silla de ruedas una pendiente de algo más del 20%, con suelo de adoquín. Jesús, un joven deportista de 19 años, fue incapaz de subir más de cinco metros de rampa. "La silla resbala y empujarla se hace imposible", comentó después de fallar en su propósito.

Fue una mujer, María, la primera que logró llegar al adarve de la muralla, aunque tardó más de cinco minutos en recorrer los 30 metros de la rampa. Lo hizo en zigzag y siempre con un miembro de Auxilia detrás para evitar que la silla acabara deslizándose en sentido contrario. "Aunque llegué, entiendo perfectamente las quejas de los discapacitados. Subir esto en silla de ruedas es toda una odisea", relató. Lo intentaron más de 20 personas y sólo dos mujeres consiguieron llegar a la cima.

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"Quienes realizan la prueba tienen más masa muscular y mejor estado físico que nosotros, porque pueden hacer fuerza con todas las partes del cuerpo y nosotros, no", razonó González, afortunado por disponer de una silla eléctrica con amortiguación que le permite salvar el obstáculo. "¿Pero, cuántos pueden tener una silla como ésta?", se pregunta. El aparato cuesta más de 9.000 euros.

Quedó claro que la muralla no es accesible y Auxilia ya ha trasladado esta inquietud a la Consellería de Cultura. Su titular, Roberto Varela, tiene encima de la mesa 12.530 firmas, acompañadas de un escrito que demanda la accesibilidad de la muralla y asegura que el 90% de las personas con movilidad reducida "no sube nunca" al monumento. En Auxilia están convencidos, e incluso tenían el compromiso de los anteriores responsables de Cultura, de que se puede adecuar un acceso en la zona de A Tinería. Allí está el punto más bajo de la muralla por su zona interior, en el que apenas hay que superar 40 centímetros de altura. También proponen la instalación de un ascensor, sin impacto visual y adecuado al monumento, cuya colocación ubican en la parte posterior de la Diputación Provincial.

González sostiene que los dos accesos "son necesarios y complementarios". De esta forma, se lograría hacer accesible el monumento, tanto por su lado este como oeste, y permitiría recorrer un buen tramo de su adarve a los minusválidos y también a "aquellas personas que llevan toda la vida paseando por la muralla y que ahora, por cuestiones de edad, no pueden subir", explicó González. Pero Auxilia va más lejos y entiende que mejorar las condiciones de la muralla convertiría a Lugo en un "referente" del denominado turismo accesible, puesto que sería la única muralla de Europa de fácil acceso en todo su perímetro.

Mientras tanto, los discapacitados lucenses continúan a la espera de que sus demandas encuentren la respuesta deseada en Cultura. "Allí tienen nuestras reivindicaciones avaladas con firmas y las soluciones que proponemos, porque la muralla tiene que tener accesos cómodos y razonables", explica González, que otorga un margen de confianza al conselleiro. "Queremos pensar que no nos han contestado porque acaban de llegar, pero merecemos una respuesta rápida", reivindicó.

Una vecina sin problemas de movilidad comprueba las dificultades de acceso a la muralla de Lugo.
Una vecina sin problemas de movilidad comprueba las dificultades de acceso a la muralla de Lugo.XOSÉ MARRA

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