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Reportaje:

La historia bajo los lodos

La alta contaminación de la Ría de Vigo impide rescatar 19 galeones que se hundieron en Rande hace 300 años cargados de tesoros

Sonia Vizoso

Trescientos años de contaminación es mucho. Los 19 galeones españoles y franceses que se hundieron en la Ría de Vigo a principios del siglo XVIII están sepultados bajo una montaña de sedimentos tóxicos que los científicos recomiendan no tocar. El representante de una empresa rusa que dice contar con el apoyo del presidente Vladimir Putin se reunirá hoy con el director general de Patrimonio, Felipe Arias, para intentar convencer a la Xunta de que le permita rescatar las embarcaciones, una de ellas con toneladas de monedas de plata en sus bodegas. La falta de competencias de la Administración autónoma para autorizar el proyecto en solitario y los riesgos medioambientales que entrañaría la extracción condenan en principio la operación al naufragio.

Remover los metales pesados sedimentados en la ría pondría en peligro el marisco
Exteriores advierte que la Xunta no tiene competencias para autorizar el proyecto

Los galeones permanecen en las profundidades de la Ría de Vigo desde la Guerra de Sucesión, un conflicto internacional por la sucesión del trono de España que se desarrolló a principios del siglo XVIII y del que salieron victorios los Borbones. La batalla de Rande (1702) se produjo cuando la armada anglo-holandesa descubrió que buques españoles y franceses cargados con tesoros procedentes de América estaban escondidos en la ensenada de San Simón, uno de los puntos más abrigados de la ría viguesa. El enfrentamiento se saldó con 19 barcos hundidos, uno de ellos, el Santo Cristo de Maracaibo, con centenares de toneladas de plata frente a las Cíes.

La empresa rusa San Simon GmbH lleva tres años intentando conseguir un permiso de la Xunta para retirar los lodos y extraer los pecios y sus tesoros. El gerente de la firma, el ex policía berlinés Ferdinand Karnath, asegura que cuenta con un equipo de 250 especialistas y propone llevarse parte de las piezas rescatadas a Moscú y dejar el resto en Galicia. La operación costaría 300 millones de euros y está avalada, según Karnath, por el presidente ruso y el alcalde de Moscú.

El primer escollo para el proyecto es la falta de competencias del Gobierno gallego para autorizarlo. El Ministerio de Asuntos Exteriores ya ha advertido a la Xunta de que una excavación arqueológica de esas características tiene que ceñirse a lo establecido en el Real Decreto 799/1981: "Las peticiones para la realización de actividades de investigación científica-marina serán presentadas por el Estado solicitante en el Ministerio de Asuntos Exteriores". Según el texto, debería ser el Gobierno ruso el que solicitase autorización al ministerio.

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El rescate de los tesoros de Rande requeriría además un informe de la Consellería de Medio Ambiente. Los científicos advierten de que remover los lodos bajo los que se encuentran los pecios pondría en riesgo los ricos bancos marisqueros de la zona. Los responsables del Instituto Español de Oceanografía han confesado su preocupación por el proyecto. "Es una zona sensible", alerta Alberto González-Garcés, director del organismo.

En el área comprendida entre A Guía y Rande se acumulan en el fondo marino cantidades "apreciables" de metales pesados que ahora están sedimentados. Los rescatadores de tesoros rusos pretenden extraer 40 millones de metros cúbicos de fangos, una operación que removería el plomo, el mercurio y el cadmio y los haría entrar en la columna de agua. De esta forma, estos tóxicos afectarían a todo el marisco de la ría viguesa.

González-Garcés explica que autorizar la extracción de los pecios sería una decisión muy arriesgada. Los promotores de la operación deberían, subraya, explicar muy bien qué métodos utilizarían para anular los peligros que entraña el proceso y la Administración tendría que sopesar si compensa. "Está bien buscar las piezas arquéológicas, pero no sería lógico provocar un problema al remover la contaminación", defiende el responsable del Oceanográfico.

El alemán Ferdinand Karnath se propuso hace diez años el rescate de los galeones hundidos en Rande. En todo este tiempo, el berlinés ha preparado centenares de documentos sobre la complicada operación, que incluye la localización de los pecios, su extracción y el tratamiento de los lodos bajo los que están sepultados. El plan presentado por Karnath ante la Xunta prevé trasladar parte de las piezas arqueológicas de Rande a la capital rusa para fundar allí un museo y donar el resto del hallazgo a las autoridades gallegas.

Karnath, que actualmente imparte clases en la Universidad Lingüística de Moscú, se reunirá hoy por la mañana con el director general de Patrimonio, Felipe Arias. El ex policía berlinés apasionado por el buceo le explicará al alto cargo de la Consellería de Cultura los detalles de su propuesta. Un portavoz del departamento autonómico ha explicado que se trata de una "reunión de trabajo" en la que se abordarán "aspectos técnicos" y sobre la que Arias no tiene previsto aportar información.

Hasta ahora, Ferdinand Karnath ha presentado en las oficinas de la Dirección Xeral de Patrimonio un expediente de un millar de folios con los detalles de la operación, aunque, según el Gobierno gallego, su solicitud no ha sido tramitada oficialmente porque por el momento su contenido no se ajusta a la legislación vigente. Hoy el buscador de tesoros berlinés persistirá en su empeño.

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Sobre la firma

Sonia Vizoso
Redactora de EL PAÍS en Galicia. Es licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago. Lleva 25 años ejerciendo el oficio en la prensa escrita y ha formado parte de las redacciones de los periódicos Faro de Vigo, La Voz de Galicia y La Opinión de A Coruña, entre otros. En 2006 se incorporó a El País Galicia.

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