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Reportaje:

La joya gótica se quiebra

El casco histórico de Betanzos acusa un fuerte deterioro con 114 edificios próximos a la ruina

Fue un invierno "duro, muy duro" para el protegido casco histórico de Betanzos, admite su concejal de Urbanismo, José Luis Santos Cobelo. Derrumbamientos de edificios enteros, calles cortadas cada dos por tres por el desprendimiento de tejados, ventanas o piedras, grietas en elementos singulares como la Torre del Reloj. El listado se alarga cada día. No hay tregua, lamenta Cobelo. Las lluvias, temporales de viento, o tormentas de granizo que se sucedieron en los últimos meses aceleraron el gran deterioro de la considerada capital del gótico de Galicia, una de las más antiguas. El Ayuntamiento ha dado la voz de alarma al contabilizar 114 edificios de este patrimonio histórico-artístico próximos a la ruina.

La rúa da Cerca está cortada porque se cayó sobre ella el número 19

Requieren una urgente intervención y ya son 60 los expedientes sancionadores abiertos contra dueños de estos inmuebles por incumplir sus obligaciones de mantener sus propiedades en condiciones de seguridad, salubridad o habitabilidad. Al despacho de la Fiscalía de Galicia ya fueron remitidos dos casos particularmente dolosos que puede constituir un delito contra el patrimonio, como fue hace siete meses el derribo intencionado de la fachada de uno de los edificios más antiguos de Galicia, la denominada Casa Gótica, del siglo XV. O la pasividad de unos propietarios ante los sucesivos desplomes que sufrió a finales del año su inmueble en las calles Santiago y Lanzós: desobedecieron todos los requerimientos municipales para que arreglasen una casa antes de que se viniera abajo. El gran casco histórico de la que fue una de las siete capitales del Reino de Galicia vive malos tiempos, y aunque hay zonas "muy recuperadas", otras padecen graves daños, incluso algunos irremediables.

Tres calles del corazón monumental de Betanzos permanecen cortadas estos días, una de ellas tras caerse sobre la vía pública el número 19 de la calle de A Cerca. Los propietarios tenían expedientes abiertos y apercibimientos desde 2001. No hubo daños personales, pero la familia que vive en la casa vecina sigue desalojada mientras los técnicos municipales apuran los trabajos para apuntalar las paredes del derruido inmueble. Los otros edificios vecinos están deshabitados y también en estado crítico. Y en esa misma calle, en el número 5, permanece cerrado el hueco de la otrora bella Casa Gótica, y en su interior, tiradas y numeradas, las piedras de su protegida fachada, a la espera de que vuelva a reconstruirse.

Son años de deterioro e inacciones, dice el gobierno municipal, cuya alcaldesa, María Faraldo, del PP, sitúa en primera línea de sus prioridades "revertir" el mal estado del casco histórico. Pero sabe que costará mucho tiempo, y de momento las ayudas son escasas y las intervenciones aparecen como simples parches temporales, a la espera de que "se trace una hoja de ruta para revitalizar la zona monumental con medidas a medio y largo plazo".

La Xunta se comprometió a ayudar. Pero "también es muy difícil cambiar la tendencia", la burocracia de los expedientes sancionadores que alarga durante años cualquier procedimiento. Y cuesta, descata el responsable municipal de Urbanismo, "concienciar" a los dueños de inmuebles de este casco histórico que tiene la mayor protección patrimonial (está declarado Bien de Interés Cultural) "que es su deber" mantener y arreglar sus casas.

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Los 114 edificios en peor estado se hallan todos deshabitados, y "ese total abandono es en primer lugar responsabilidad de sus dueños", insiste Cobelo. En la Oficina Municipal de Rehabitalitación Integral, donde se hacen gratuitamente proyectos de restauración, hay este año para repartir 25 ayudas procedentes de fondos del Estado y de la Xunta. La cuantía de cada subvención "no es suficiente para una restauración total de una vivienda, pero sí para adecentarla", dice el concejal. "Hubo años peores en los que sólo se dieron seis ayudas". Santos apuesta por reforzar el control y la mano dura contra los dueños para obligarlos a arreglar sus propiedades.

Compras difíciles

La casa del número 19 de la calle de A Cerca, en Betanzos, es ahora un amasijo de ruinas, y sus dueños, con expedientes sancionadores reiterados por no mantener en buen estado su inmueble, en el corazón del casco histórico, la tenían puesta a la venta en una inmobiliaria por 150.000 euros. Un precio elevado, a más de 1.500 euros el metro cuadrado, para un edificio en tan mal estado de conservación que se vino abajo con las fuertes lluvias del pasado 22 de enero.

Los dueños de inmuebles del casco histórico, pese a ser sabedores de que pueden incurrir en un delito por dejar al abandono sus propiedades, son reacios a vender, explica el concejal de Urbanismo de Betanzos, José Luis Santos. Prueba de ello son las dificultades que tiene el Ayuntamiento para encontrar la quincena de edificios que la Xunta está dispuesta a comprar. La Administración autonómica contempla la posibilidad de adquirirlos y rehabilitarlos íntegramente para luego dedicarlos al alquiler para jóvenes y mayores o para venderlos a precio moderado.

"El gran problema con el casco histórico es también el tema de la multipropiedad", sigue el edil. Muchas de las casas ahora al abandono suelen tener varios dueños difíciles de poner de acuerdo para cumplir con sus obligaciones. Hace un tiempo, el Ayuntamiento tuvo que intervenir para evitar la caída de un balcón de un edificio protegido, y cuando buscó a los dueños para pasarles la factura descubrió con asombro que eran un total de 23 personas.

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