La juez interroga durante horas a los policías de la Operación Carioca
La instructora de la Operación Carioca, Pilar de Lara Cifuentes, volvió a vivir otra larga jornada de interrogatorios en la sede del juzgado de guardia de Lugo. En esta ocasión los que pasaron por el despacho judicial fueron los cuatro policías nacionales detenidos el pasado lunes por su presunta implicación en el caso, que investiga delitos vinculados con la prostitución. Tras pasar la noche en las dependencias de la comandancia de la Guardia Civil -las detenciones las practicaron agentes que se desplazaron desde Madrid-, declararon en el juzgado durante algo más de dos horas cada uno.
Al término del interrogatorio, los dos agentes continuaron en las dependencias judiciales a la espera de que declararan los otros dos detenidos. La instructora no quería tomar una decisión en tanto no hubiera escuchado las versiones de los cuatro, un trabajo que se prolongó hasta bien entrada la noche.
Escuchas telefónicas
Los detenidos, todos de la escala básica, -Manuel Castro González, José Manuel Díaz Suárez y los hermanos Antonio y Luis Ferreiro González-, pertenecen a las unidades de Seguridad Ciudadana y Policía Judicial. Uno de ellos realizaba funciones de conductor.
Como la Operación Carioca se encuentra bajo secreto de sumario apenas trascendieron datos, aunque algunas fuentes apuntaron que la investigación podría abarcar varios delitos vinculados con el ejercicio de la prostitución y contra los derechos de los trabajadores. El hilo que sirvió para decretar las detenciones estaría relacionado con las escuchas telefónicas que se realizaron en el marco de esta operación, que comenzó en la madrugada del 16 de octubre de 2009, cuando la policía registró cuatro burdeles de Lugo.
A partir de ese momento se produjo todo un rosario de detenciones e imputaciones. En el módulo destinado a los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado todavía permanecen en prisión preventiva el cabo de la Guardia Civil, Armando Lorenzo, y el inspector de la Policía Local, José Ramón Vázquez Río. Por el mismo lugar pasaron, y ahora se encuentran en libertad con medidas cautelares, un guardia civil retirado y un policía destinado en Barajas (Madrid), que se supone que facilitaba la entrada en España de mujeres que llegaban desde Brasil para ejercer la prostitución.
