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Reportaje:

La liga gallega del otro béisbol

13 equipos disputan la competición "nacional" de billarda por tercer año

Billarda o estornela. Tala o toña. Lipilape, en Marín, o birlo. Estas son algunas de las denominaciones que, en Galicia, recibe el juego tradicional basado en "darle con un palo (marro o palán) a otro más pequeño (billarda, propiamente dicha) para que salte y llegue lo más lejos posible". Desde un reducto del noreste, en A Mariña lucense, un grupo de diez jóvenes comenzaron, hace ya unos seis años, la recuperación actualizada de lo más parecido al béisbol que inventaron los pobladores de la actual geografía gallega. En septiembre de 2007 comenzó la tercera edición de la Superliga Galega de Billarda, en la que participan 13 equipos de entre seis y diez jugadores y que anteayer celebró en Barreiros la sexta jornada de su Conferencia Noreste.

"Queremos que la billarda se convierta en un deporte del siglo XXI"
La competición fue galardonada por los premios de deporte de la Xunta

"Aunque nos achaquen ser un deporte tradicional, queremos transformarlo en un deporte del siglo XXI, con el máximo espectáculo posible". Habla el principal animador de esta resurrección de la billarda, Xermán Viluba, oriundo de Vilanova de Lourenzá, que explica la estrategia: "Nos servimos de la esencia del béisbol y organizamos la liga en conferencias; además, así evitamos grandes desplazamientos para jugar". De momento, la Asociación Cultural O Varal, para Viluba germen de la futura "Federación Galega de Billarda", estableció la Conferencia Noroeste, con "epicentro" en A Coruña, y la Noreste, ubicada en A Mariña, con nomenclatura tomada de las competiciones deportivas estadounidenses. "Planeamos fundar cuatro conferencias y la Sur es probable que comience en la temporada 2008-2009". El 27 de abril, los palanadores -así se denominan los jugadores de billarda- se desplazarán a la parroquia de Xil, en Meaño, para disputar un torneo. "Será como una previa a la Conferencia Sur del año que viene", afirma Xermán Viluba.

A base de torneos itinerantes, que llevaron a los palanadores de A Mariña durante tres años por A Coruña, Lugo o Pontevedra, fue como se constituyó la actual liga de billarda. "Yo había jugado a la billarda de niño", recuerda, "pero fue cuando conocí a gente que pensaba como yo, que tenía que convertirse en un deporte del siglo XXI, que comenzamos con esta fiebre". Viluba se entusiasma al referirse a un proyecto que ha suscitado la curiosidad de la televisión pública española. "Combinamos un juego tradicional con la ultimísima tecnología", asegura, "por nuestros blogs, el programa Cámara Abierta, de La 2, se interesó por la experiencia". A través de televisión y radio por Internet, que retransmite los encuentros, y un denso tejido de blogs se establecen los lazos entre la comunidad de palanadores.

Isaac González lleva el peso organizativo de la Conferencia Noroeste, en A Coruña, y a la vez colidera desde el equipo Os Electrónicos junto a Fran dos Xarutos, la clasificación. "La billarda es un deporte individual y colectivo al mismo tiempo, como el ciclismo", indica. González también incide en los planes de recuperar la billarda "con una idea moderna de competición". "Durante dos años, los de A Mariña realizaban encuentros all-stars en A Coruña, y así fue como entramos en contacto; después montamos la liga en el noroeste", relata. Los "partidos" de la Conferencia Noroeste se realizan en una antigua pista de tenis de A Zapateira. "Facilitamos", continúa, "que el público que asiste pueda jugar. Sin entrar en competición, claro".

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Los palanadores no se preocupan de esperar por la ayuda institucional. A pesar de que la Xunta les otorgó el galardón a la mejor iniciativa de deporte tradicional en los Premios do Deporte Galego del pasado año, y aunque reconocen la necesidad de "reconocimiento", la Selección Nacional Galega de billarda ya ha disputado dos partidos sin apoyo administrativo. "Jugamos contra Asturias en la denominada Copa Cantábrico, y ganamos las dos veces", se ufana Xermán Viluba, que, con todo, admite "el nivel creciente" de la billarda de los asturianos, un deporte que, con diversas variantes, también se practica en Euskadi o en Italia.

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