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Menos de la mitad de propietarios piden talar por la plaga del pino

La Consellería de Medio Rural ha prorrogado hasta final de mes el plazo fijado inicialmente para que los propietarios forestales de la zona de erradicación de la plaga del pino, en los municipios de Salvaterra y As Neves, soliciten permisos de tala. Hasta ahora se han otorgado más de 400 permisos, sobre un total que supera los mil propietarios.

La gestión de los trámites para combatir la plaga del nematodo no está obteniendo la fluidez esperada. Los registros catastrales de las fincas, como ya sucediera con las expropiaciones para la Plisan (Plataforma Logística Industrial Salvaterra-As Neves), están desvelando importantes errores que demoran la tramitación.

La estrategia de combate a la plaga comienza por la tala drástica de las aproximadamente 310 hectáreas de bosque incluidas en la zona de erradicación, esto es, en el radio de 1,5 kilómetros desde foco en que se detectó el nematodo. Los propietarios pueden acometerla por sus propios medios, previa solicitud en las oficinas de Medio Rural abiertas en los dos municipios y consignando el aserradero o rematante que ha comprometido la compra de la madera. El jueves concluyó esta fase que ahora la Xunta prorroga.

Según Medio Rural, los más de 400 permisos de tala concedidos suman unas 20.000 toneladas de madera. La cotización es distinta, dependiendo de las dimensiones del tronco y otros factores de calidad. Pero, según fuentes de la asociación de afectados recientemente creada (90 socios inscritos), muchos de esos propietarios se han precipitado y, con respecto a las cotizaciones anteriores a la plaga, están vendiendo a casi la mitad de precio: a unos 30 euros por metro cúbico lo que antes se venía cotizando a más de 50 euros. Es la consecuencia de un mercado, el comarcal, al que se destina la producción, obviamente saturado. Las talas vienen realizándose ya en los últimos días de modo manual, lo que impediría, de generalizarse el sistema, cumplir el objetivo de talar los 100.000 árboles del bosque a erradicar en la fecha prevista, el próximo 28 de febrero.

Las procesadoras de Tragsa, que realizan el derribo, corta y clasificación de la madera en una misma operación, entrarán en el bosque a saco el 1 de febrero por adjudicación de la Xunta. La madera obtenida de este modo se pagará, descontando los gastos, de 8 a 10 euros el metro cúbico, y es lo que representa la mayor inquietud y protesta de los propietarios.

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