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Una nube de ceniza siembra la alarma en Meirama

Los vecinos de A Lousa, la aldea de Cerceda situada al pie de la central térmica de Meirama que explota Limeisa, denunciaron ayer una nueva emisión al aire de residuos en forma de ceniza. La Asociación de Vecinos A outra Cerceda lleva tiempo pidiendo negociar con la empresa, filial de Unión Fenosa, una solución a un problema que data prácticamente de la construcción de la térmica. Según este colectivo, el pasado febrero, el delegado de Medio Ambiente en A Coruña, Manuel Tajes, en funciones de mediador, había asegurado a los habitantes de A Lousa que las emisiones se debían a una parada técnica que no se repetiría.

No fue posible acceder ayer a ningún portavoz de Limeisa que confirmase o desmintiese si se produjo esa parada técnica, pero una nube de color ceniciento fue claramente visible en la zona de As Encrobas a primera hora de la mañana de ayer. "Fue otra vez una lluvia como de copos de nieve grisáceos o blanquecinos que lo llenó todo", aseguró Juan Manuel Castro, presidente de la Asociación. Los vecinos avisaron a las policías locales de Cerceda y Ordes, y también al Seprona. "Hubo bastante ceniza para que cogieran muestras las tres autoridades y para que quedara para nosotros", señaló el dirigente vecinal.

Los vecinos de A Lousa obtuvieron ayer el apoyo explícito de los tres grupos con representación municipal, PSdeG, BNG y PP, en sus demandas a la empresa. "Limeisa tiene que sentarse a dialogar, porque este problema lleva tiempo planteado, y no va a desaparecer", aseguró el alcalde de Cerceda, el socialista José García Liñares, en rueda de prensa. "La Xunta tiene que tomar cartas en el asunto para minimizar en lo posible los efectos de la actividad de la central", añadió García Liñares, que precisó que hace un tiempo intermedió con la empresa para que negociase con los afectados, pero "llevó el proceso de forma algo subterránea".

Limeisa, según los vecinos, pretende llegar a acuerdos individuales con los propietarios de las tres casas más cercanas a las instalaciones. A Outra Cerceda ha solicitado a la empresa una negociación conjunta sobre el problema de las emisiones atmosféricas y de los residuos que genera el transporte del carbón hasta la central. En julio un grupo de vecinos penetró en la sede de la compañía en A Coruña y dejó en las oficinas muestras de sus cultivos afectados por los residuos de la actividad de la térmica.

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