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La nueva Red Natura abre huecos para parques eólicos proyectados hace años

La ampliación de la Red Natura esquiva aerogeneradores proyectados hace años

En la presentación de la ampliación de la Red Natura, el conselleiro de Medio Rural, Samuel Juárez, expuso que su propuesta "está coordinada" con el departamento de Economía, responsable de impulsar el sector eólico, vetado en las zonas sujetas a esta protección. Ese entendimiento se puede medir: al menos en dos parques, situados en la Serra da Groba, habrá aerogeneradores a menos de 500 metros del Lugar de Interés Comunitario (LIC) que la Xunta pretende crear. Algunos molinos incluso quedarán encajonados entre este LIC y el que protegerá la costa de Oia.

Existen dos proyectos eólicos colindantes con la zona -ubicada al sur de la Ría de Vigo- candidata a ser Red Natura; el Albariño I, que comenzó su tramitación con el bipartito y acaba de ver aprobada su Declaración de Impacto Ambiental (DIA), y el de O Merendón, adjudicado en el concurso auspiciado por el actual Gobierno autónomo. En el primer caso, según un cálculo realizado cruzando las coordenadas de cada uno de los 11 aerogeneradores con los mapas colgados por Medio Rural en su web, cinco molinos se quedan a menos de 1.000 metros del límite del área protegida, uno de ellos a una distancia inferior a los 300 metros y otro a 500. El resto se situarían a entre un kilómetro y medio y dos de distancia. Tienen una altura de 80 metros y el diámetro de las aspas alcanza los 82,4.

Algunos molinos están en áreas más relevantes que las que se preservarán
O Cando y Cova da Serpe podrían tener sendos polígonos como vecinos

Con todo, el proyecto inicial preveía la instalación de 21 aerogeneradores, pero la empresa, Eurovento, renunció en 2010 a 10 de ellos, cuyos 22,7 megavatios de potencia puede reubicar en otros parques. En la DIA emitida por la Consellería de Medio Ambiente se expone que cinco molinos se suprimieron para evitar la "posible interferencia" con la ampliación de la Red Natura, aunque entonces la Xunta no tenía ninguna propuesta sobre la mesa, una vez que la del bipartito -idéntica a la actual en esta zona- fue metida en el cajón. Dos de esos aerogeneradores hubiesen quedado dentro del LIC, y los otros tres a distancias similares a las descritas para los que sí se van a instalar: 300, 500 y 700 metros, aproximadamente.

En el informe de Medio Ambiente también se esgrime que con la supresión de esta parte del parque, ubicada al sudoeste de la sierra, se salva el impacto visual sobre la costa de Oia y sobre su monasterio cisterciense, del que hubiesen distado unos tres kilómetros. Sin embargo, más al sur, y más cerca aún del antiguo cenobio, está proyectado otro parque, el de O Merendón, que empezó su recorrido administrativo en mayo de 2011, con un primer informe ambiental de Tiraventos, el promotor, a partir del que la Xunta decidirá si lo somete a evaluación ambiental o si lo exime de este paso y acelera su construcción.Está compuesto por siete aerogeneradores, de los que cinco se situarían en la vertiente oeste de la cadena montañosa, que da al mar, de forma que quedarían encuadrados entre el LIC Serra da Groba e Monte da Valga y el de Costa de Oia, que prácticamente no penetra en tierra firme. Uno de ellos estaría a menos de 300 metros de la primera de las zonas protegidas citadas, y a menos de 2.000 de la segunda y del monasterio. Más al sur, un grupo de cuatro se sitúan entre 800 y 1.500 metros de Serra da Groba y entre uno y dos kilómetros de la costa. Los dos últimos, en la vertiente este, están aún más cerca, a menos de 500 y 700 metros, respectivamente.

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"Primero [la Xunta] sitúa los parques eólicos y luego, donde le sobra, dice que amplía la Red Natura haciendo un paripé", interpreta Xilberte Manso, del colectivo SOS Groba, que aglutina a los grupos ecologistas y sociales que se opusieron al Albariño I. En este sentido, argumenta que los aerogeneradores y sus infraestructuras viarias se situarán sobre zonas ecológicamente más relevantes que algunas de las que se van a proteger. Es el caso de los humedales y las pozas situadas en las cercanías del Alto da Groba, en las que habitan anfibios y reptiles catalogados como especies amenazadas.

Precisamente, la Declaración de Impacto Ambiental impone gran cantidad de condicionantes a la empresa en este aspecto, de forma que la consellería admite implícitamente el valor ecológico del espacio. En esta línea, Manso resta importancia al LIC Costa da Oia que, a su juicio, se propone para abultar los porcentajes de territorio protegido, pero que, salvo puntos "muy concretos", presenta menos condiciones que otras áreas para ser incluido en la Red Natura. Además, recuerda que estos dos LIC permanecen inalterados con respecto a la propuesta del bipartito, por lo que amplía su crítica a las tres fuerzas políticas con representación parlamentaria.

Estos dos casos de espacios protegidos rodeados por molinos de viento podrían no ser los únicos. La Serra do Cando, que se amplía, y Cova da Serpe, también podrían tener como vecinos parques eólicos. La Serra do Suído, en el interior de la provincia de Pontevedra, está en esa misma situación. De hecho, una de las Áreas de Desarrollo Eólico previstas bordea a distancias de menos de 500 metros la línea que delimita la zona que será Red Natura. Allí fue concedido un parque, el Edreira I, con 24 megavatios, pero todavía no se han hecho públicas las coordenadas exactas en las que ubicarán los aerogeneradores.

El mismo redactor, distintas propuestas

Aunque la protección para Serra da Groba y Costa de Oia que propone la actual Xunta sea un calco de la del bipartito, en el conjunto de la comunidad hay diferencias notables. Primero, el porcentaje de territorio incluido en Red Natura, que ahora quedaría en un 15,2%, frente al 18% del proyecto anterior. Fins Eirexas, secretario ejecutivo de Adega, cuestiona las divergencias. El equipo redactor de ambas propuestas es el mismo, el Instituto de Biodiversidade Agraria de Desenvolvemento Rural (Ibader) de la Universidade de Santiago. "¿Cómo un mismo equipo científico puede presentar propuestas distintas? ¿Es que los valores naturales no son los mismos que hace tres años?", se pregunta. Él mismo responde: el informe se hizo "bajo pedido" y el Ibader tiene "cierta dependencia" de la Xunta para financiarse.

Eirexas no solo critica la "misérrima" ampliación en términos cuantitativos, también censura que el proyecto no cumple con la filosofía de la Unión Europea sobre la Red Natura. Explica que debe ser una "red ecológica coherente", con especies y hábitats representativos de cada territorio, y "no una serie de LICs y Zepas (Zona de Especial Protección para las Aves) aislados, rodeados de polígonos industriales". Pone el caso de la Serra do Galiñeiro, excluida de la propuesta y en la que está previsto otro parque eólico, que tendría que funcionar como corredor ecológico para conectar las zonas protegidas del norte de Pontevedra con las del sur, y garantizar así la "viabilidad ecológica". "Las especies no entienden de límites administrativos", remarca, "la propuesta del bipartito tenía una mayor coherencia".

Cuando la oposición reprochó al conselleiro Juárez que Galicia seguirá tras la ampliación a la cola de España en Red Natura, a 10 puntos de la media estatal, este rechazó el "falso debate" en torno a porcentajes. Un argumento que encuentra sustento en la memoria redactada por el Ibader, que dedica varias páginas a exponer los distintos porcentajes de protección en la UE, y destaca Dinamarca, con su Red Natura cerrada en el 9% del territorio y Reino Unido, con el 7%. Esa información no aparecía en el texto para el anterior Ejecutivo.

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