El pago aplazado asume compromisos hasta 2039
A la conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás, le tocó ayer explicar cómo se conjuga la intención de no hipotecar gobiernos futuros, como anunció Feijóo, con el uso del pago aplazado mediante concesiones de obra pública con el que la Xunta ha logrado suavizar la caída de las inversiones. De cada 10 euros de inversión, cuatro correrán a cargo de futuros presupuestos, bien mediante la colaboración público-privada, bien mediante la Sociedade Pública de Investimentos. "Hay un reparto generacional justo y equitativo, porque cada generación que use una infraestructura la pagará igual", se justificó la conselleira.
De momento, y a falta de que aparezcan en los cuadros las inversiones más costosas de la legislatura -el hospital de Vigo, la autovía Carballo-Berdoias y el desdoblamiento de la de O Morrazo, todas ellas por concesión-, la Xunta tiene ya asumidos compromisos presupuestarios hasta 2039. Así figura en un cuadro del proyecto de Presupuestos, que ayer entró en el Parlamento para su tramitación. La autovía Santiago-Brión y el corredor Pardiñas-As Galenas obliga a realizar pagos hasta 2034: hasta el mismo año para la autovía del Salnés; la vía rápida del Barbanza, hasta 2035, y la A-52-frontera portuguesa, hasta 2039. Lejos de ir disminuyendo, los compromisos de pago aumentan progresivamente, hasta sumar 52,6 millones en 2034, el de mayor volumen asumido.
Solo en la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras el modelo de pago aplazado se compromete para seis nuevas obras: la vía de altas prestaciones de la Costa da Morte, un nuevo tramo de la A-52-frontera de Portugal, los desdoblamientos de los corredores de O Morazo, Nadela-Sarria y Brión-Noia y la vía de altas prestaciones Tui-A Guarda, en su tramo entre la PO-350 y el enlace de Goián.
